Por el Brigadier Mayor (R) Horacio Rodríguez - Centro Aeronáutico de Estudios Estratégicos
Objeto
Interesar a las autoridades militares y de defensa nacional acerca de la necesidad de recopilar las experiencias operativas y logísticas derivadas de su actuación en apoyo al esfuerzo nacional de lucha contra la pandemia COVID 19.
Definición
Recopilar las experiencias es analizar el desempeño del instrumento militar en apoyo al esfuerzo sostenido de lucha contra la pandemia, en las distintas áreas de incumbencia y aplicación, partiendo de sus capacidades actuales y determinando el desarrollo de capacidades futuras para afrontar desafíos similares.
No se trata de realizar simplemente una recopilación de tareas y datos estadísticos, sino de cómo fueron hechas dichas tareas, analizando aciertos y desaciertos, y que capacidades deberían ser desarrolladas en el corto/mediano plazo, siempre dentro de una visión de aplicación dual, para un mejor apoyo al esfuerzo del Estado para el logro de los intereses nacionales.
Introducción
La lucha contra el coronavirus ha exigido a los gobiernos de todo el mundo ofrecer una respuesta sin precedentes tanto en su dimensión como en su complejidad. Una de las medidas más comunes que se han empleado para hacer frente a la crisis sanitaria y social provocada por la pandemia ha sido el despliegue de las FFAA, las cuales han influido en la percepción que tiene la población hacia estas instituciones, renovando su prestigio y la confianza de la sociedad en las mismas.
Las FFAA son un factor muy importante en eventos disruptivos durante la paz, tales como desastres naturales o antrópicos. Sin embargo, las enormes consecuencias que significa el impacto de una pandemia como la actual en los sistemas de salud, en los gobiernos, y en la sociedad, evidencia que ningún país estaba preparado para afrontar un evento de riesgo biológico como el acontecido.
Aún los países mejor posicionados a nivel mundial se han visto desbordados, poniendo de manifiesto las carencias actuales, y la falta de preparación al respecto.
El nuevo escenario pospandémico que se está configurando en la actualidad está caracterizado por la incertidumbre, no sólo por los efectos que dejará la misma en el entramado socioeconómico, sino ante la aparición de nuevas variantes del coronavirus en distintas latitudes del planeta ante las cuales no se tienen antídotos.
En este contexto, las FFAA han demostrado estar en los primeros puestos del ranking de confianza en las instituciones republicanas, para lo cual deben encontrarse preparadas para un esfuerzo logístico sostenido a partir de sus capacidades actuales y futuras.
A más de un año de la aparición de la pandemia en nuestro país, son muchas las lecciones aprendidas durante la gestión de la pandemia que deben servir para reflexionar y adecuar las estructuras de respuesta frente a futuras amenazas en un escenario incierto.
El rol de las FFAA argentinas en apoyo a las instituciones civiles por el Covid 19
Dentro de las funciones del Ministerio de Defensa figura la de: Entender en la coordinación y despliegue de las FFAA en situaciones de emergencia o desastres que se produzcan en el territorio de la Nación. En tal sentido, se ha generado la operación de protección civil ante la emergencia por el COVID 19 denominada Operación General Manuel Belgrano
En términos generales, las tareas encomendadas han sido muy variadas a partir de sus propias capacidades y carencias operacionales y logísticas, que han implicado desde el suministro de alimentos y agua a los más necesitados, hasta la asistencia sanitaria.
Pero el uso más común dado a las FFAA ha sido la rápida construcción y despliegue de hospitales de campaña, la repatriación de connacionales modo aéreo, y su aporte para garantizar un suministro seguro y rápido de material médico, tales como elementos de protección individual, oxígeno o respiradores, mediante la rápida reconversión de sus organismos de producción.
Estas han sido las tareas más visibles en este primer año de guerra contra el coronavirus, que han puesto de manifiesto que las FFAA constituyen un apoyo clave para la asistencia en situaciones de crisis. Como ha sucedido en la actuación en otros desastres naturales, la pandemia ha resaltado la importante contribución de los militares.
Es posible que, en un futuro cercano, cuando el flujo de obtención de vacunas lo exija, participen directamente en la o las campañas de vacunación, atendiendo a su despliegue territorial y la disponibilidad de medios de movilidad terrestres, aéreos y acuáticos que les permiten acceder a los lugares más inaccesibles del país.
Las FFAA han demostrado poseer estructuras flexibles para dar respuesta a una crisis de estas características. Además, están entrenadas para movilizarse rápidamente en situaciones de emergencia, trabajar bajo presión y con recursos limitados, demostrando que frente a estas amenazas es necesario desarrollar capacidades que - aunque no desconocidas - deberían ser reconsideradas en sus prioridades.
En tal sentido cabe destacar que la OTAN, para continuar siendo una organización militarmente fuerte, solicita a las FFAA de los países aliados que deben transformarse para desarrollar nuevas capacidades destinadas a responder a los riesgos potenciales, de los cuales la pandemia COVID 19 es un claro ejemplo. Esto podría interpretarse como una forma eufemística de señalar que deben prepararse para operar en un ambiente operacional biológicamente hostil: la guerra biológica.
En nuestro país, la doctrina militar incorpora conceptos de guerra QBN (química; biológica; nuclear) que atesora la experiencia de aquellos estados que han participado en más conflictos bélicos a lo largo de su historia. Sin embargo, debe destacarse que en materia de guerra biológica es muy poca la experiencia desarrollada a nivel mundial y en una escala generalizada como la actual pandemia.
Siendo que la doctrina militar se actualiza y mejora a través de las lecciones que surgen, entre otros aspectos, de la experiencia, la misma es un concepto dinámico y adaptativo, cuya finalidad es siempre potenciar la eficacia, eficiencia y sinergia del instrumento militar, tanto a nivel específico, como conjunto y combinado.
En nuestro país resulta indispensable que las distintas Fuerzas realicen un exhaustivo análisis de la experiencia adquirida durante este primer año, para proyectarse al futuro incorporando nuevas y más eficientes capacidades en apoyo al esfuerzo nacional de lucha contra la agresión biológica.
Para ello necesitarán instruirse, equiparse, adiestrarse, y alistarse para operar en un ambiente operacional biológicamente hostil, lo cual constituye una tarea inherente a sus responsabilidades específicas.
El escenario de guerra biológica
Resulta en general poco aceptable hablar de "guerra biológica" toda vez que al no existir un actor claramente definido como hostil, todo parece circunscribirse a un problema pandémico, de características desconocidas, que atañe solamente a consideraciones médico-científicas y socioeconómicas.
Sin embargo, el escenario de agresión biológica hostil está configurado, y las FFAA deben prepararse para ello.
La agresión biológica está considerada como un tipo de guerra no convencional, como las guerras nuclear y química, pero a diferencia de estas últimas, la biológica nunca fue aplicada con anterioridad en ningún conflicto y en gran escala, lo cual hace de la actual situación pandémica un escenario absolutamente novedoso.
La agresión biológica es silenciosa y no requiere declaración de guerra previa entre Estados nacionales. Puede ser desatada por un Estado o por una ONG con intereses inconfesables, produciendo bajas masivas.
Estas no distinguen entre civiles y uniformados, hombres o mujeres, niños o adultos. No tiene un teatro de operaciones definido, puede afectar por igual a toda una región como a diversas partes de ésta, y sólo afecta a los seres humanos, dejando incólumes los bienes materiales, paralizando la actividad industrial y comercial, debilitando las economías por afectación de los recursos humanos.
Puede ser desatada por una sola persona en forma discreta transportando en un tubo de ensayo un virus capaz de producir en poco tiempo una epidemia o una pandemia a partir de uno o varios puntos de propagación predeterminados, disimulando el verdadero origen de ésta y generando diversas variantes dependiendo de factores ambientales locales.
Este escenario permite definirlo como un fenómeno antrópico y externo a nuestro país, lo que hace que el mundo en general no estuviera debidamente preparado para afrontarlo, y más teniendo en cuenta que este fenómeno no reconoce fronteras. Consecuentemente, las FFAA tampoco.
Las actividades de las FFAA argentinas en apoyo a la lucha contra el Covid 19
Hasta que pueda restablecerse la seguridad de desplazamiento y la relación social, pasará un tiempo considerable e incierto, habida cuenta de la aparición de nuevas variantes del virus.
Esto permite suponer que se continuará con un "esfuerzo sostenido de apoyo" que deberá necesariamente considerar la experiencia recogida en este primer año de actividades para lograr una mayor eficiencia, e incorporar nuevas capacidades en el futuro inmediato.
Para ello los diferentes Organismos Logísticos Superiores, como también los distintos Comandos, deberían recopilar sus experiencias específicas con sentido crítico, explotando los aciertos y descartando o corrigiendo los errores, con el objeto de lograr una mayor eficiencia en el apoyo al esfuerzo nacional.
Asimismo, dicha recopilación permitiría definir con mayor precisión otros aspectos como equipamiento a incorporar; reconversión o aprovechamiento de organismos de producción; movilización selectiva de personal para asegurar reemplazos, etc.
Particularmente deberá considerarse al personal, habida cuenta de la alta exposición que estas actividades conllevan, relacionado con las medidas de prevención adoptadas y su eficacia, relacionado con elementos de protección, descontaminación, vacunación, etc. Cada efectivo contagiado o fallecido constituirá siempre una baja, en algunos casos difícil y/o muy cara de reemplazar.
Todo ello permitiría desarrollar una doctrina militar en la materia y contribuir con ello a elaborar una doctrina nacional que establezca medidas de protección sanitaria pasivas, individuales y colectivas, como también medidas y protocolos activos (testeos; rastreos; campañas de vacunación propias y en apoyo a la comunidad; etc.)
Igualmente, esta recopilación podría servir de base para la redacción de una publicación relacionada con las actividades de las Fuerzas Armadas en un ambiente operacional biológicamente hostil, que capitalice estas experiencias para las futuras generaciones y como aporte al accionar militar conjunto.
Conclusiones
La actual pandemia ha dejado en claro que nos encontramos en un nuevo escenario de seguridad, donde las amenazas son más indiscriminadas, complejas e impredecibles.
Lo actuado hasta el presente debe servir para extraer conclusiones que permitan a las diferentes instituciones fortalecerse frente a la evolución de la actual crisis y a otras posibles.
El manejo de crisis provocado por la pandemia ha generado desconfianza en algunas instituciones, sin embargo, las FFAA han mejorado su imagen y la sociedad ha valorado positivamente su implicación en la gestión de la pandemia.
Si bien no es una novedad la asistencia que prestan la FFAA frente a desastres naturales o antrópicos, el despliegue realizado no tiene precedentes.
La pandemia ha demostrado que, para hacer frente a nuevos desafíos, las FFAA deberán asumir nuevos roles o robustecer los ya existentes, desarrollando capacidades estratégicas para un futuro incierto y complejo.
Las FFAA por su organización, y flexibilidad gozan de la confianza de la sociedad en general, dado que son preparadas y adiestradas para un ámbito de trabajo que constituye precisamente un escenario incierto y hostil.
Por ello, aprovechar las experiencias obtenidas en la actualidad para proyectarse a ese futuro incierto, se estima oportuno para el desarrollo de una cultura de Defensa Nacional y un aumento de las capacidades duales de las FFAA con el respaldo de la sociedad.
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