En una impresionante demostración operativa, la Armada de Brasil concluyó la operación Misilex que culminó con el hundimiento del casco del antiguo Buque de Desembarco Dique (G-30) “Ceará”, dado de baja en abril de 2016, y del casco de la antigua corbeta (V-31) "Jaceguai", la segunda que se construyó de la clase Inhaúma, desactivada en el segundo semestre de 2019.
El 10 de junio, el G-30 fue alcanzado por torpedos disparados por el submarino Tupi (S30), por torpedos Mk.46 Mod 5 lanzados por un S-70B Sea Hawk, por misiles MM40 Exocet disparados por las fragatas F43 Liberal y F44 Independence y bombas de empleo general lanzadas por los AF-1B/C (A-4KU y TA-4KU) Skyhawk.
El 24 de junio se emplearon diversos medios para completar el hundimiento de la V-31. El S-70B Sea Hawk utilizó el misil antibuque AGM-119B Mk2 Mod7 Penguin y la novedad fue el ataque con misiles AM39 Exocet desde el Airbus Helicopters AH-15B (H225M) con matrícula N-4101. El helicóptero está equipado con varios sensores y sistemas que lo convierten en una importante plataforma de ataque en el escenario de la guerra naval moderna.
A pesar de la crisis que enfrenta por la pandemia del COVID-19, las fuerzas armadas brasileñas continúan utilizando sus medios en maniobras y operaciones, incluido el uso de armas reales y de alto costo como forma de mantener el entrenamiento de su personal militar.
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