Los dos destructores clase Sheffield operados por la Armada Argentina fueron los únicos de su tipo operados fuera de la Royal Navy. La reciente baja del ARA Hércules marcó el final de dicha clase en el mundo.
Por Santiago Rivas
La Armada Argentina dispuso por más de 40 años de dos destructores Tipo 42 Clase Sheffield, denominados ARA “Santísima Trinidad” (D-2) y ARA “Hércules” (originalmente D-28, luego D-1 y B-52).
El comienzo de la clase Tipo 42 en Argentina
El 1° de marzo de 1969, la Armada Argentina firmó un contrato para la adquisición de un destructor Tipo 42 a ser construido por el astillero Vickers Ltd en Barrow-in-Furness y la provisión de tecnología y materiales necesarios para construir uno similar en los Astilleros y Fábricas Navales del Estado (AFNE, hoy Astillero Río Santiago), el cual fue aprobado el 15 de abril de ese año por decreto Nº7796. La nave a construirse en Gran Bretaña sería el número dos de la clase y fue bautizada ARA “Hércules” (D-28), mientras que el fabricado en Argentina se denominó ARA “Santísima Trinidad” (D-29). De esta manera, la Argentina se convertiría, después de Gran Bretaña, en el único país del mundo en construir y operar buques del Tipo 42, equipados con el entonces moderno misil antiaéreo de largo alcance Sea Dart.
El 18 de mayo de 1970 se aprobó finalmente el contrato, pero los trabajos se demoraron cuando, a punto de ser botado el cabeza de serie, HMS “Sheffield” (D80), a principios de 1971, se produjo un incendio en el astillero Vickers donde sufrió importantes daños en su popa. Debido a que a los pocos días del accidente concurriría la Reina de Inglaterra a la ceremonia de bautismo, las autoridades navales argentinas permitieron que la popa del “Hércules” que estaba en construcción sea colocada en la del “Sheffield”.
Nadie hubiera imaginado que once años después la Guerra de Malvinas los enfrentaría, teniendo como resultado el hundimiento de este último, producido por el impacto de un misil AM-39 Exocet lanzado desde un avión Super Etendard del Comando de la Aviación Naval Argentina, el 4 de mayo de 1982. Además, este no sería el último acontecimiento grave para un buque de esta clase, ya que también durante la misma guerra fue hundido el HMS “Coventry” el día 25 de mayo con bombas convencionales por parte de un Douglas A-4B Skyhawk de las Fuerza Aérea Argentina, mientras que el HMS “Glasgow” fue puesto fuera de combate por los Skyhawk el día 12 de mayo.
Finalmente, la quilla del ARA “Hércules” fue puesta el 10 de junio de 1971 y se lo botó el 20 de octubre de 1972, siendo aceptado por la Armada Argentina el 10 de mayo de 1976 y dado de alta oficialmente el 12 de julio de ese año. Si bien durante las pruebas recibió la designación D-28, ésta fue luego cambiada a D-1. El buque zarpó de Porsmouth luego de su alistamiento, llegando a Buenos Aires el 28 de junio de 1977, tras hacer escalas en Las Palmas y Río de Janeiro, arribando luego a la Base Naval Puerto Belgrano, que sería su asiento en toda su carrera operativa, el 17 de septiembre, incorporándose a la Flota de Mar dos días después. El 5 de noviembre inició sus primeras ejercitaciones con el resto de la flota.
El ARA “Hércules” significó un salto muy grande en las capacidades de la Armada Argentina, siendo el primer buque incorporado diseñado para lanzar misiles, además de sumar unas importantísimas capacidades antiaéreas para la protección de los buques de la flota, tanto por su radar Tipo 965 de vigilancia y los dos Tipo 909 de control de tiro como por su sistema de misiles antiaéreos Sea Dart de 40 km de alcance asociados a los radares 909 conformando el denominado GWS-30. El buque podía llevar hasta 22 misiles en su bodega de armas de proa.
El Hércules en Gran Bretaña durante las pruebas de mar, luciendo el numeral D-28, cambiado por D-1 cuando llegó a la Argentina.
Si bien los Tipo 42 británicos eran buques principalmente antiaéreos, en la Argentina se planteó que cumplan también misiones anti-superficie, por lo que a comienzos de 1980 el ARA “Hércules” recibió dos lanzadores de misiles MM38 Exocet en el techo del hangar. Sin embargo, poco tiempo después el buque fue modificado retirando los dos botes (uno por banda) y sus pescantes y ampliando la primera cubierta a la altura de la chimenea para la instalación de dos lanzadores a cada lado. En el caso del “Santísima Trinidad”, desde su diseño no se instalaron los botes, lo que permitía colocar cuatro Exocet de manera similar a su gemelo, algo que nunca ocurrió.
Cuando ocurrió la crisis con Chile en diciembre de 1978 en la zona del Canal Beagle, el ARA “Hércules” fue desplegado junto al portaaviones ARA “25 de Mayo” dentro del Grupo de Tareas 2, para brindar apoyo a las fuerzas que ocuparían las islas Lennox, Nueva y Picton que estaban en disputa, pero la operación se canceló gracias a la intervención papal a fines de ese mes.
Dos fotos donde se puede ver el cambio de numeral, primero como D-28 y luego como D-1.
Durante la construcción del ARA “Santísima Trinidad” (denominado D-2) el 22 de agosto de 1975, cuando se encontraba en alistamiento en el Astillero de Río Santiago, un especialista en buceo y explosivos pertenecientes al Grupo Especial de Combate de la organización terrorista Montoneros, que en esos tiempos asolaba el país, se acercó al muelle del astillero en una operación subacuatica y adhirió a un pilón del muelle de alistamiento una carga de 80kg de gelamón. Dicha carga fue detonada a menos de un metro de la banda de estribor, lo que provocó un rumbo de seis metros de largo por tres de alto que hizo que la nave se hundiera. Si bien fue reflotada y posteriormente completada, los daños recibidos fueron tan severos que sus prestaciones quedaron sensiblemente afectadas durante su carrera operativa.
Construcción de la ARA Santísima Trinidad en AFNE.
Esto retrasó la terminación del buque, que inició sus pruebas de mar recién el 29 de noviembre de 1980 y, tras su finalización, el 1º de abril de 1981 zarpó de la Base Naval de Puerto Belgrano hacia la Base Naval de Portsmouth en Inglaterra, para realizar la puesta a punto de sus sensores y sistemas de armas, haciendo escalas en Río de Janeiro y Puerto de la Luz. Allí se pudo ver a la ARA “Santísima Trinidad” amadrinado a su gemelo HMS Newcastle y durante las pruebas se realizaron disparos con su armamento, incluyendo el de un misil Sea Dart. Finalizadas satisfactoriamente, el 28 de noviembre de ese año zarpó de regreso a la Argentina, ingresando a Puerto Belgrano el 21 de diciembre.
La ARA Santísima Trinidad en Portsmouth. En dos fotos junto a su gemela HMS Newcastle y en la otra se la puede ver sin los domos de los radares 909.
Secuencia del primer lanzamiento de un Sea Dart por el ARA Santísima Trinidad en Gran Bretaña en 1981. El último lanzamiento se realizó en diciembre de 1992.
Tipo 42 argentinos en Malvinas
Debido a la capacidad interior y buenas prestaciones de los destructores de esta clase, se utilizó al ARA “Santísima Trinidad” (D-2) para trasladar y desembarcar en Malvinas a unos 100 hombres de la Agrupación Comandos Anfibios de la Infantería de Marina, antes de la medianoche del 1° de abril de 1982, para realiza el ataque al cuartel de los Royal Marines en Moody Brook y la Casa del Gobernador, como primeras acciones de la recuperación de las islas, que se concretaría al día siguiente.
En la primera foto, uno de los Tipo 42 dejando la Base Naval Puerto Belgrano rumbo a Malvinas. En la segunda, el ARA Hércules frente a Malvinas el 2 de abril de 1982. En la tercera foto, el Hércules visto desde el Santísima Trinidad en abril de 1982. En la cuarta foto, uno de los Tipo 42 escoltando al portaaviones ARA 25 de Mayo. En la quinta foto, el Hércules durante la guerra, con un helicóptero Lynx en la popa. En la sexta foto, un Lynx se puede ver en la cubierta de vuelo del ARA Santísima Trinidad.
Luego de desembarcar el personal en botes, el buque permaneció en la zona para proveer fuego naval de apoyo en caso de necesitarse por parte de las unidades desembarcadas. Esto fue el comienzo de la “Operación Rosario”, que tendría como objetivo la recuperación de las Islas Malvinas, que se logró sin causar bajas inglesas, tal como se había previsto. Por su parte, el ARA “Hércules” se mantenía cerca de las islas, iniciando a las 4:00 de la mañana del 2 de abril sus operaciones, para iniciar el reconocimiento de Puerto Groussac a las 4:35. Terminado dicho reconocimiento sin encontrar actividad enemiga, se informó que el área estaba libre para el ingreso de la corbeta ARA Drummond seguida del buque de desembarco ARA “Cabo San Antonio” con el grueso de la fuerza de desembarco.
El ARA “Santísima Trinidad” integraba la Fuerza de Tareas 40.3 junto a su gemelo ARA “Hércules” y las corbetas ARA “Drummond” y ARA “Granville”. Durante las operaciones del 1 y 2 de mayo, cuando se planificaba realizar un ataque sobre la flota británica, ambos buques efectuaron la escolta del portaaviones ARA “25 de Mayo” y estuvieron cerca de derribar un avión Sea Harrier británico que se acercó a la fuerza de tareas en la noche del 1 al 2 de mayo cuando seguía a un avión Grumman S-2E Tracker que realizaba reconocimiento en busca de la flota británica. El Sea Harrier fue iluminado por el radar de control de tiro del Sea Dart del ARA “Hércules”, lo que llevó a su piloto a alejarse inmediatamente.
A partir del 16 de abril pasó a integrar el grupo de tareas 79.1, escoltando al portaaviones, aunque a principios de mayo debió regresar a su apostadero habitual por averías en un tronco de hélice. Luego de que éste sea reparado se integró al grupo de tareas 79.2 compuesto por el ARA “Hércules”, los destructores ARA “Seguí” y ARA “Py” junto al buque tanque de YPF “Campo Duran” que a partir del 12 de mayo pasó a navegar hasta el fin del conflicto por el litoral Atlántico desde donde se pudiese lanzar un ataque sorpresivo si se presentaba una ocasión que finalmente nunca llegó.
Luego de la guerra
Debido a los daños sufridos por el ataque terrorista y al bloqueo británico luego de la Guerra de Malvinas, que hizo muy difícil conseguir repuestos, en 1989 el ARA “Santísima Trinidad” dejó de navegar, siendo retiradas muchas piezas en favor de su gemelo “Hércules”.
Dado que las prestaciones de ambos buques habían quedado sensiblemente disminuidas por el bloqueo británico, y ante la plena operatividad de los cuatro destructores tipo MEKO 360, el 15 de julio de 1994, ambos navíos fueron desafectados de la Primera División de Destructores y pasaron a depender del Comando Naval Anfibio con asiento en la Base Naval Puerto Belgrano, Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires.
Detalles del Sea Dart y lanzador de chaff del ARA Hércules, y el buque visto en Buenos Aires en 1998, muy poco antes de ser enviado a Chile para ser modificado.
Mientras, el ARA “Santísima Trinidad” pasó a condición de reserva y el 20 de diciembre de 2004 se lo dio de baja, planeándose convertirlo en buque museo. Sin embargo, el buque quedó en un estado de abandono que generó que el 21 de enero de 2013 se diera vuelta y se hundiera en el muelle. En 2015 fue reflotado y llevado a dique para analizar su posible recuperación, la cual fue descartada debido al enorme daño sufrido. Desde entonces espera su destino final en la Base Naval Puerto Belgrano. Mientras se plantearon las opciones de desguace o hundirlo para formar arrecifes, se realizaron planteos ante la justicia para pedir que se mantenga la idea de convertirlo en museo, lo cual es prácticamente imposible, pero esto ha frenado la decisión final.
Tras pasar al Comando Naval Anfibio, se comenzó a planificar la conversión del ARA “Hércules” en un buque de apoyo a las operaciones anfibias, tomando en cuenta lo realizado por el ARA “Santísima Trinidad” en la Operación Rosario.
Modificación del ARA “Hércules”
Con la llegada de los más modernos destructores clase Meko 360 y ante la injustificable inversión en su modernización, sobre todo teniendo en cuenta la imposibilidad de utilizar los misiles Sea Dart, cuyo último lanzamiento se realizó en diciembre de 1992, sumado a la antigüedad del buque, a partir de 1999 la Armada Argentina convirtió al “Hércules” en un transporte rápido multipropósito (TRHE), con capacidad para transportar una compañía reforzada de infantes de marina con todo su equipo, fue dotado de una mayor cubierta de vuelo donde pudiesen operar dos helicópteros del tipo Sea King o equivalentes y un hangar con la capacidad para alojarlos. Para esto último fue necesario remover el radar 909 de popa, aunque posteriormente también se le removió el de proa, instalando el puesto comando de Infantería de Marina en el lugar donde estaban instalados sus equipos. El buque recibió la designación B-52 al dejar de ser considerado destructor.
Por razones de intercambio comercial y arreglos políticos (no por carecer de capacidad técnica), luego de los estudios pertinentes, se contrataron los trabajos de modificación del hangar y cubierta de vuelo al Astillero ASMAR, de Valparaíso, Chile, ya que contaba con la experiencia en haber modificado los Destructores Clase “County” que Chile tenía en servicio. Una vez finalizados los mismos en el año 2000, la empresa INVAP de Argentina construyó las portas del hangar y las instaló en la Base Naval Puerto Belgrano, mientras que se modificó el sistema de movimiento cubierta de vuelo - hangar para los helicópteros, debido a que los Sea King tienen diferente configuración de ruedas que los Sea Lynx, para la que fue diseñada. Así, el buque retornó al servicio en 2004.
El Hércules visto en mayo de 2006, ya con el nuevo hangar y cubierta de vuelo.
Posteriormente, en 2009 se procedió a desmontar el sistema misilístico Sea Dart que con todo su equipo completo (incluyendo el de recarga y estiba) pesaba 60 toneladas, pasando a ser el pañol de misiles un sollado para el alojamiento de infantes. Por otro lado, si bien se planeaba retirarle las camas para la instalación de los contenedores/lanzadores de Exocet, para convertirlo en puente para los botes neumáticos de desembarco Zodiac Mk-3 y Mk-5, esto no se realizó, instalándose los botes más hacia popa, con dos grúas manuales para el arriado de estos, más otras grúas delante del puente de comando para llevar más botes, descartándose la grúa articulada prevista inicialmente; entre otras modificaciones. En total podía transportar dos botes por banda y entre tres y seis en la proa, más otros en la cubierta de vuelo y hangar, de ser necesario.
Con respecto al armamento, se retuvo el cañón Vickers Mk-8 de 114mm, los dos cañones Oerlikon Mk II de 20mm, junto a dos ametralladoras Browning M-2 de 12,7mm en el alerón del puente. Como armamento antisubmarino, mantuvo la jaula lanza cargas de profundidad y se esperaba reubicar los dos montajes triples de torpedos A/S, lo cual finalmente no se hizo.
El Hércules en 2009, ya sin el sistema de Sea Dart.
Sumado a los cuatro lanzadores de misiles MM-38 Exocet, la capacidad de combate antisuperficie se incrementó cuando la Armada Argentina modificó sus helicópteros Agusta AS-61 Sea King para permitirles el lanzamiento de misiles AM-39 Exocet.
El Hércules operando con infantes de marina. La experiencia demostró que el buque tenía poca utilidad para esta misión.
Durante los años siguientes el buque fue empleado en operaciones de entrenamiento y adiestramiento con la Infantería de Marina, aunque la operación con los botes era sumamente complicada y lenta, por lo que se evidenció que no tenía un uso más allá de operaciones especiales y para entrenamiento. Por otro lado, siendo el único en su clase en el mundo, tras el retiro del HMS “Edinburgh” en 2013 y a que ya no se podía obtener nada del ARA “Santísima Trinidad”, hacia la segunda mitad de la década pasada se fue volviendo cada vez más difícil mantenerlo operativo, por lo que luego de 2013 ya no volvió a navegar, pasando tiempo después a condición de reserva. Finalmente, para 2020 se decidió radiarlo de servicio, aunque esto recién se llevó a cabo el 22 de marzo de 2024, aguardándose la decisión sobre el destino final del buque, que podría ser el desguace o su hundimiento.
El final: el ARA Santísima Trinidad hundido en 2013 y tras ser reflotado, visto en 2021. A la derecha, el Hércules ya sin navegar, también visto en 2021 junto al aviso ARA Gurruchaga.