El directorio de la empresa de créditos uruguaya Abitab, que había sido contactada hace pocos días por el astillero español Cardama para que le otorgue un préstamo para cumplir con las garantías estipuladas en el contrato de los dos buques patrulleros oceánicos (OPV) para la Armada Uruguaya resolvió el 3 de septiembre rechazar la solicitud.
Cardama debe entregar garantías por 4 millones de dólares (un 5 % del monto total del contrato firmado el 15 de diciembre de 2023) para que el contrato entre en vigencia. Si bien estaba establecido que tenían 45 días para hacerlo, tras ocho meses de no poder obtener ningún aval de instituciones españolas, la empresa primero ofreció entregar el dinero en efectivo, algo sumamente irregular, y luego informó que estaba negociando con Abitab el otorgamiento de un crédito.
“Estamos a la espera de que se deposite esa plata en efectivo en una cuenta del ministerio. De constituirse la garantía, se procedería al primer desembolso y se comenzaría con la construcción de las OPV. Ustedes me preguntarán cuándo se va a hacer el depósito. Creo que tiene que ser en los próximos días. Este es un tema que no da para más y si no se procede al depósito, daríamos por terminadas las conversaciones”, había afirmado ante el Parlamento el pasado 8 de agosto el ministro de Defensa, Armando Castaingdebat.
Tras este revés, según consigna el periódico El Observador, el Ministerio de Defensa de Uruguay le dio un plazo de 72 horas a Cardama para que consiga las garantías o el contrato se considerará nulo.
Como habíamos adelantado la semana pasada desde Pucará Defensa, el acuerdo entre Cardama y la Armada Uruguaya corre cada vez más riesgo de terminar en nada y Uruguay debería volver a iniciar desde cero el proceso de compra de OPV.
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