El acuerdo firmado este martes 8 de octubre entre el Ministerio de Defensa de Brasil y la Confederación Nacional de la Industria promete fortalecer la Base Industrial de Defensa. Esto representa actualmente el 3,58% del Producto Interno Bruto (PIB) y 2,9 millones de empleos directos e indirectos generados en Brasil, según datos del Observatorio Nacional de la Industria. Estas cifras incluyen las 252 empresas de defensa y defensa estratégica registradas en el Ministerio de Defensa brasileño y otras que operan en el mismo segmento. En octubre, las exportaciones autorizadas de productos de defensa alcanzaron los 1.600 millones de dólares, equivalentes a 8.800 millones de reales. El compromiso, que tendrá una vigencia de seis años, permitirá monitorear escenarios nacionales e internacionales relacionados con presupuesto, financiamiento, impactos económicos y sociales, tecnología e innovación. También permitirá identificar necesidades y oportunidades para el desarrollo del sector.
“Hay mucho espacio para el desarrollo y expansión de la industria de defensa brasileña en las áreas de ciberseguridad, satélites y aeroespacial. Son sectores estratégicos para el país y para nuestra soberanía”, considera el presidente del CNI, Ricardo Albán. Para el ministro de Defensa, José Mucio Monteiro, los datos darán coherencia a las exigencias de las Fuerzas Armadas, que, según él, sufrieron un retroceso del 47% en sus inversiones y necesitan previsibilidad presupuestaria para continuar con sus programas estratégicos. “No podemos hacer ningún negocio porque no puedo aceptar ningún pago a plazos”, dijo en ese momento. José Mucio también sostuvo que la iniciativa contribuirá a aumentar el conocimiento de la sociedad sobre el papel de esta industria para el país.
Los programas estratégicos de la Armada, como Submarinos y Fragatas Clase “Tamandaré”, impulsan no sólo el sector defensa, sino también la electrónica, la mecánica, la electromecánica, la química y la naval. Además de más de 60 mil nuevos empleos, impulsan arrastre tecnológico. Este es el caso de las investigaciones en el campo de la energía nuclear, que resultan en avances en la producción de radioisótopos, utilizados en la fabricación de medicamentos para enfermedades cardíacas, oncológicas, hematológicas y neurológicas. “Uno de los mayores desafíos hoy en día es saber gestionar una cantidad muy grande de información para poder sustentar las decisiones. Esta asociación con el CNI está creando una innovación al centrarse en este nicho de defensa específico. Estos datos, a medida que se trabajan para generar información estratégica, pueden servir de base para decisiones que tome el Alto Mando de la Armada y el resto de las fuerzas, principalmente relacionadas con la ejecución de los programas estratégicos vigentes ante la actual situación de restricciones presupuestarias”, explicó el director del Departamento de Economía y Finanzas de Defensa del Ministerio de Defensa, el contralmirante Ricardo Yukio Iamaguchi.
