
La Escuadrilla “Los Zorros” de la Fuerza Aérea del Perú cumple 85 años del Raid de “Buena Voluntad”.
Angie Rajkovic
El 23 de marzo de 1940, la Escuadrilla “Los Zorros”, integrada por un grupo de aviadores al mando del entonces comandante CAP (hoy Fuerza Aérea del Perú) Armando Revoredo Iglesias; inició en Lima el Raid de “Buena Voluntad” con el fin de unir las capitales de Sudamérica, incluyendo la república centroamericana de Panamá.
Ellos partieron de la Base Aérea Las Palmas, en Surco, con los aviones Douglas Northrop 8A-3P, de fabricación norteamericana, que fueron seleccionados para esta travesía (las aeronaves llegaron al Perú en 1939), y que formaban parte del XXXI Escuadrón de Información Estratégica del Cuerpo Aeronáutico del Perú (CAP), cuya misión era el reconocimiento del territorio nacional.

La Escuadrilla “Los Zorros” estaba conformada por el comandante CAP Armando Revoredo Iglesias, los capitanes CAP Enrique Bernales Bedoya y Jorge Vigil Morey (ingeniero aeronáutico), los tenientes CAP Ernesto Gómez Cornejo, Manuel Gambetta del Piélago, Pedro Vargas Prada Peyrano, Luis Cossio Tudela y Jesús Melgar Escutti; así como los suboficiales CAP Federico Vera Portocarrero y Ernesto Green Tizón (mecánicos).
El raid, que contó con la autorización de la Comandancia General de Aeronáutica y cuya finalidad fue mostrar la pericia y capacidad de los aviadores peruanos, se realizó en 16 etapas, con visitas oficiales a quince ciudades de once países como Quito (Ecuador), Bogotá (Colombia), Panamá (República de Panamá), Paramaribo (Suriman), Belem do Pará, Fortaleza, Bahía, Río de Janeiro y Sao Paulo (Brasil), Asunción (Paraguay), Montevideo (Uruguay), Buenos Aires (Argentina), Santiago (Chile) y La Paz (Bolivia), retornando a Lima el 3 de mayo, tras 40 días, con un recorrido total de 17,790 kilómetros.
A su paso por cada país, la escuadrilla recibió homenajes de las autoridades civiles y militares, porque este hecho fortaleció los vínculos de amistad entre los pueblos latinoamericanos, demostrando el arquetipo del aviador peruano. Y, al regresar a Lima, la “Escuadrilla Los Zorros” fue recibida en el antiguo aeropuerto de Limatambo y condecorada por el presidente de la República, Manuel Prado Ugarteche.

Esta travesía, que logró también un éxito a nivel político y diplomático, ya que los aviadores peruanos llevaban los colores de la bandera a través del vuelo, consolidaba al Perú como uno de los países pioneros en abrir rutas aéreas de integración en Sudamérica.
Revoredo Iglesias llegó al grado máximo en la época como Mayor General. Además, ocupó los cargos de director general de Aeronáutica, ministro de Aeronáutica, ministro de Relaciones Exteriores y presidente del Consejo de Ministros. Y en la situación militar de retiro fue nombrado embajador del Perú en Chile y Brasil, presidente del Club Nacional en dos ocasiones y presidente del directorio de Faucett Perú S. A.
Por esa y otras hazañas el nombre del Mayor General CAP Armando Revoredo Iglesias ha sido perennizado en una condecoración institucional y en la Base Aérea del Callao, donde actualmente reposan sus restos.
