Según publicó el medio uruguayo Caras y Caretas, la empresa Caterpillar se retiró hace dos meses del contrato para la provisión de los motores para los OPV para la Armada Uruguaya, dejando a los buques sin un proveedor de los mismos. Este nuevo revés a un programa que ya viene plagado de incertidumbre pone en riesgo los ya demasiado optimistas plazos de entrega previstos en el contrato, ya que el Astillero Cardama deberá buscar un nuevo proveedor que entregue motores de la misma potencia y que a la vez reúnan las mismas características en cuanto a su peso y diseño, para que no implique hacer un gran rediseño de la sala de máquinas y el buque en general.
A pesar de que Caterpillar se habría retirado hace ya dos meses, Cardama no ha informado de que haya encontrado un reemplazante, por lo que se vuelve imposible iniciar la construcción de los buques hasta no tener definido el proveedor de los motores y todas las modificaciones que haya que hacer al diseño.
A la vez, la victoria del Frente Amplio en las elecciones presidenciales uruguayas, el cual ya ha planteado que va a rever el contrato, agrega incertidumbre, ante la posible cancelación del contrato si se confirman las irregularidades denunciadas repetidamente por miembros de la Armada y del Frente Amplio.
Por otro lado, sigue habiendo dudas con respecto a los avales presentados, que según indica Caras y Caretas, serían de “una empresa privada que brinda avales con una oficina en Londres, pero con la cual los súbditos británicos tienen prohibido operar”, aunque se sigue sin indicar de quién se trataría a pesar de haber pasado ya 11 meses de la firma del contrato. Además, la compra estaría atada a la de radares Indra, que tiene el mismo representante en Uruguay que Cardama. Por otro lado, Cardama tampoco ha informado cuándo comenzaría la construcción del primer buque, que debería entregarse en el primer semestre de 2025 según el contrato (18 meses desde la firma, ocurrida a fines de 2023), ni de los avances en el diseño de la ingeniería de detalle, mientras que aún no se ha informado si el gobierno uruguayo ha transferido el primer pago.
Según informa Caras y Caretas, la plataforma eInforma, que permite hacer el seguimiento de las empresas de forma pública en Europa para ayudar a combatir la corrupción, se identifica al astillero como activo, CIF: A36600849, Razón Social Actual FRANCISCO CARDAMA SA, CIF/NIF A36600849 Número D-U-N-S 461136806. Según el último Informe de Riesgo (fecha 11/11/2024) en la Opinión de Crédito: se sugiere prudencia. Cardama está calificada como empresa de Alto Riesgo Comercial con un rating de 3/20 y se sugiere prudencia en la línea de crédito. Además, “una lectura rápida al análisis que realiza eInforma sobre los registros de la RAI (Registro de Aceptaciones Impagadas) y de ASNEF (Asociación Nacional de Establecimiento Financiero de Crédito) muestra que prácticamente el 100 % de los incumplimientos de obligación de pago de sus deudas, dígase morosidad bancaria y empresarial, tiene una antigüedad mayor a 6 meses”, lo que complica las posibilidades de que el astillero pueda obtener alguna financiación en la compra de los materiales para los OPV uruguayos.
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