El papel de los drones en la guerra entre Rusia y Ucrania ha cambiado los conceptos y doctrinas del actual escenario de combate. Los tipos no tripulados con capacidades de ataque de precisión cambian las reglas del juego en el campo de batalla, y los modelos de la empresa turca Baykar emergen como protagonistas.
Con una lista de espera de más de un año para nuevos pedidos, durante FIDAE la empresa destacó dos de sus productos que ve con potencial de venta en América Latina ya que actualmente se encuentran en producción. Según Baykar, la empresa está interesada en ingresar al mercado de esta región y ya tiene conversaciones avanzadas con Chile y Colombia.
El primero fue el TB2, un dron que realizó su vuelo inaugural en agosto de 2014 y tiene capacidad para transportar una amplia gama de armas láser, GPS o guiadas por inercia en cuatro puntos debajo de las alas, con un peso total de 150 kg. Con más de 600 ejemplares producidos, se exportó a 30 países, incluidos varios con presupuestos militares restringidos como Somalia, Etiopía, Ruanda, Burkina Faso, Togo, Níger, Malí, Maldivas y Kosovo, por nombrar algunos ejemplos. De hecho, el costo de adquisición y operación comparado con los beneficios de su empleo son factores muy atractivos.
Además del armamento, el TB2 puede realizar designación de objetivos y llevar a cabo misiones ISR a través de sensores electroópticos a elegir por el usuario, que pueden ser de fabricación turca, como el Aselsan CATS EO/IR/LD, la alemana Hensoldt ARGOS-II HDT o el Wescam MX-15D EO/IR/LD norteamericano. Con una envergadura de 12 metros y 6,5 metros de longitud, el TB-2 tiene un techo de servicio de 25.000 pies, una velocidad de crucero de 70 nudos y una autonomía que puede alcanzar las 27 horas.
El segundo tipo ofrecido para América Latina es el Akinci, un bimotor turbohélice con una envergadura de 20 metros, una longitud de 12,3 metros y una carga útil de 1.500 kg.
Se produjeron más de 60 y se entregaron a Turquía, Pakistán, Libia, Etiopía, Azerbaiyán, Burkina Faso y, en el futuro, a Arabia Saudita y Kirguistán.
El avión tiene ocho puntos debajo de las alas y un punto ventral para armas y sensores. El techo de servicio es de 40.000 pies, tiene un alcance de 6.000 kilómetros, una autonomía de más de 24 horas y una velocidad de crucero de 150 nudos. En términos de sensores, puede llevar una cápsula para guerra electrónica, SIGINT, electroóptica para ISR y adquisición de objetivos, y un radar activo escaneado electrónicamente.
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