Durante FIDAE 2024, Boeing presentó una actualización sobre el programa del avión de patrulla marítima P-8 Poseidón y mantuvo diálogos con la FAB para este avión.
El avión bimotor fue desarrollado sobre la estructura del Boeing 737NG y utiliza el fuselaje del 737-800 y las alas del 737-900, manteniendo un 80% de similitud entre piezas y componentes entre las versiones comercial y militar.
Volado por primera vez en abril de 2009, Boeing acumuló pedidos de 200 aviones y entregó 167, siendo la Marina estadounidense el mayor operador con una flota de 128 aviones. Canadá aparece en segundo lugar con 14, siguiendo la lista con India, Alemania, Corea del Sur, Australia, Reino Unido, Noruega y Nueva Zelanda. En total, la flota en servicio superó las 600 mil horas de vuelo.
En cuanto a sistemas tácticos, el avión cuenta con un completo conjunto de guerra electrónica; lanzadores de sonoboyas, para hasta 129 unidades tipo A; cinco estaciones tácticas para operadores; zona de descanso; radar multimodo, sensor electroóptico con capacidad ISAR y apertura sintética; y sistema de reabastecimiento de combustible en vuelo. Externamente, puede transportar el Arpón AGM-84 en cuatro puntos debajo del ala, además de tener un compartimento interno para torpedos Mk.54 o hasta cinco kits de salvamento.
De esta forma, el avión puede cumplir una amplia gama de misiones como guerra antisubmarina, guerra antibuque, SAR, ISR, C4 y asistencia humanitaria con vigilancia.
El alcance es uno de los aspectos más destacados combinado con la velocidad de Poseidón. Desde su base original tiene un alcance de 1.240 millas náuticas (2.300km) con posibilidad de permanecer durante cuatro horas sobrevolando la zona de interés. Su velocidad de crucero es de 815 km/h.
La suma de estas características convirtió al P-8 en la opción de varios países que reemplazaron su flota de P-3 Orion por el tipo jet. A pesar de las modernizaciones que el cuatrimotor turbohélice ha sufrido en sus distintos operadores, incluido Brasil, se trata de una estructura antigua que adolece de obsolescencia y fatiga natural de los sistemas hidráulicos, por ejemplo, llegando en algunos casos más extremos a la detección de grietas y grietas en las alas.
La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) atraviesa un momento delicado con su aviación de patrulla. A pesar de la modernización, las flotas de nueve P-95M Bandeirulha y nueve P-3AM Orion requerirán una sustitución a medio plazo, reduciendo huecos y obsolescencia en este segmento.
Las primeras iniciativas aparecieron en 2022, cuando la FAB ya realizaba estudios pensando en alternativas futuras para sus aviones patrulleros. Por el momento no se ha definido cuántos aviones y cuándo se podría firmar un contrato, pero Boeing ha mostrado un gran interés para una posible negociación.
La empresa norteamericana tiene oficina en São José dos Campos – SP, donde Embraer tiene su sede, con más de 600 empleados, la mayoría de ellos mano de obra calificada, como especialistas, ingenieros y técnicos. Según Boeing, la compañía está interesada en dialogar con la Base Industrial de Defensa para establecer asociaciones, revirtiendo en inversiones directas o indirectas el monto que Brasil aporta al programa, que se negociaría vía Ventas Militares al Extranjero (FMS).
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