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Ángel Rojo

Impacto de la incorporación de los F-16 en la Fuerza Aérea Ucraniana: desafíos y perspectivas en el contexto del conflicto con Rusia




Por Ángel Rojo

 

Antecedentes

Después de producida la invasión a Ucrania por parte de Rusia el 24 de febrero de 2022, se constituyó el 26 de abril de ese mismo año el "Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania," conocido como el "Grupo Ramstein". Este Grupo es una coalición internacional formada por 57 países (32 miembros de la OTAN y otros 25 países, entre los cuales se encuentra la Argentina) que se reúnen periódicamente para coordinar el apoyo militar y otros tipos de asistencia a Ucrania.

Este grupo se ha centrado en proporcionar equipos militares, entrenamiento y apoyo logístico a las fuerzas ucranianas en su lucha contra la invasión rusa. Las reuniones del grupo se llevan a cabo mayormente en la Base Aérea de Ramstein en Alemania, lo que explica el origen del nombre del grupo.

Dentro del Grupo se han formado 8 coaliciones de trabajo, una de ellas es la encargada de generar la capacidad de medios aéreos, siendo liderada por Dinamarca, Países Bajos y EEUU. Un total de 16 países están involucrados en el programa de aviones cazas, siendo Bélgica, Dinamarca, Noruega y Países Bajos los que se han comprometido a entregar aviones caza F-16 a Ucrania.

Desde el inicio del conflicto, el presidente de Ucrania reclamó el apoyo con aeronaves de combate más modernas, como el F-16, debido a que el inventario de la Fuerza Aérea de Ucrania, que, si bien poseía una flota considerable, era de la época soviética y obsoleta, siendo la aeronave más moderna del año 1991. La antigüedad de la flota y la falta de repuestos, debido a que la mayoría era producida en Rusia, no pudo ser compensada con la entrega de material similar que poseían los países del ex bloque soviético; lo que sumado a la pérdida en combate entre el 30 al 40 % de la flota al año de iniciada las operaciones, dejaba a Ucrania con una capacidad aérea muy reducida para poder brindar defensa aérea y apoyo a las fuerzas terrestres en una ofensiva.

EEUU, fabricante del F-16, estuvo durante mucho tiempo reacio a liberar la entrega de estos aviones, hasta que en mayo de 2023 el presidente de los EEUU abandonó esta posición, dándose inicio al plan para hacer la entrega de los ansiados cazas lo antes posible.

La reticencia por parte de EEUU se basó en la necesidad de evitar una escalada del conflicto al darle la capacidad a Ucrania de atacar objetivos dentro de Rusia.



El F-16 Fighting Falcon y su incorporación

El F-16 Fighting Falcon es un caza polivalente de 4º generación desarrollado por EEUU y que entró en servicio a fines de los 70, siendo una aeronave operada por 25 países. A lo largo de estos casi 46 años de vida se han producido nuevas versiones y se han actualizado a estándares más avanzados las versiones más antiguas, habiéndose construido en total más de 4.000 unidades.

Si bien el F-16 es de una generación similar a los actuales Mig-29 que posee Ucrania, han pasado por procesos de actualización que le brindan mayores capacidades. Pero sigue siendo de una generación inferior a los cazas rusos Su-35 y Su-57.

Por lo mencionado precedentemente la incorporación del F-16 es un salto tecnológico importante para Ucrania, lo cual implica afrontar retos y desafíos, a saber:

·         El F-16 es un avión más complejo que los operados por Ucrania, lo cual ha requerido a los pilotos realizar una adaptación intermedia en otro entrenador antes de comenzar a volar el F-16.

·         La falta de disponibilidad de pilotos ucranianos para su entrenamiento, debido a que se encuentran combatiendo, ha ocasionado que se vayan calificando en pequeños grupos.

·         El tiempo de entrenamiento reducido que obligó a preparar al personal en sólo unos 9 meses, cuando el período normal es de unos 3 años para poder operar plenamente todas las capacidades de la aeronave y de diferentes armamentos; por lo cual inicialmente los pilotos estarán limitados a ciertas operaciones.



·         La preparación de personal técnico para su mantenimiento con toda la logística, que implica la cadena de abastecimiento, utillajes, equipos especiales y un largo etcétera.

·         Por la disposición de su toma de aire, el F-16 requiere de pistas con cierta preparación para evitar dañar el motor y toda otra infraestructura asociada; como así también, de la construcción de refugios para protegerlos de la capacidad de ataque desde grandes distancias que tiene Rusia.

·         Fundamentalmente la barrera idiomática ha condicionado el entrenamiento de personal de pilotos y técnicos.

La preparación del personal se realizó en diferentes partes de Europa y EEUU. En Europa, Bélgica, Noruega, Portugal y Polonia conforman la coalición para entrenar y brindar apoyo en el traspaso de los cazas F-16 a Ucrania, permitiendo adiestrar diversos grupos de pilotos en paralelo, con lo cual se logrará disponer de un número de pilotos mayor al no estar concentrado todo el esfuerzo en un sólo país. Asimismo, entrenamientos similares para pilotos ucranianos, personal de servicio y oficiales de gestión de combate se están llevando a cabo en el Reino Unido y en los Estados Unidos.

Una vez alcanzados los estándares solicitados por EEUU y de acuerdo con lo pactado, empezaron a realizarse las entregas de los cazas F-16, arribando los primeros a fines de julio y habiendo sido presentados oficialmente el pasado 4 de agosto.

Inicialmente se habla entre 6 a 10 aeronaves provenientes de Dinamarca, aunque se estima que sólo 6 están operativas y las otras 4 serán usadas para prácticas de los mecánicos y empleados como señuelos. El objetivo para este 2024 es alcanzar a fin de año una veintena de aeronaves.

En lo que respecta al armamento, por ahora sólo se han presentado a los F-16 en configuración aire-aire, rol para el cual han sido equipados con misiles AIM-9L/M Sidewinder de corto alcance y AIM-120B AMRAAM de alcance medio.


Imagen: misil aire-aire de mediano alcance AIM-120B AMRAAM y misil aire-aire de corto alcance AIM-9L/M Sidewinder

A pesar del pedido del presidente de Ucrania de unas 120 aeronaves, por el momento están comprometidos unos 65 cazas F-16AM/BM provenientes de: 19 de Dinamarca, 22 de Noruega y 24 de los Países Bajos. También Bélgica había ofrecido 30 unidades y Grecia unos 32 cazas si son autorizados por los EEUU. Con estos últimos se alcanzarían 127 aeronaves.

Desde agosto de 2023 pilotos, técnicos y especialistas de Ucrania han estado aprendiendo a operar los F-16, habiéndose graduado en Dinamarca 8 pilotos y otros 12 en la Guardia Nacional en los EEUU conformando las primeras tripulaciones.

 

Análisis del cambio de situación

Respecto del cambio de situación que produce la incorporación de este nuevo material y el impacto en el desarrollo del conflicto, se puede aseverar que no se prevé un cambio drástico en el corto plazo, por las siguientes razones:

·         Las capacidades de los cazas F-16 de 4º generación es inferior a los aviones de 4,5 generación con capacidad furtiva que posee Rusia (Su-30 y Su-35). Es posible que Rusia adopte una postura cautelosa ante un posible enfrentamiento con los cazas F-16. Si bien, el derribo de un F-16 sería un logro propagandístico para Moscú, el derribo de un Su-57 por un F-16 sería una gran vergüenza para Rusia.


Su-35S ruso. Foto: Piotr Butowski.

La incorporación del F-16 sin lugar a dudas va a exigir un replanteo de las tácticas empleadas por los cazas rusos debido a las capacidades superiores que poseen estos sistemas respecto del material soviético operado por Ucrania.

·         Si bien no se dispone de información oficial sobre el tipo de armamento provisto y limitaciones de empleo, se puede presumir que los aviones serán empleados en misiones aire-aire con el objeto de derribar drones y misiles sobre Ucrania y alejando a los aviones rusos de la frontera. Este procedimiento es más costoso que el empleo de defensa antiaérea basada en tierra al tener que mantener a los F-16 en vuelo para llevar a cabo este tipo de interceptaciones. Inicialmente no serían empleados en ataques aire-tierra porque los pilotos ucranianos no cuentan con la experiencia para ejecutar ciertas misiones, al igual que el combate aire-aire cercano, conocido como pelea de perros. Pero sí podrían efectuar ataques contra radares empleando armamento antirradiación o misiles aire-tierra como los ya empleados, pero más eficaces al emplear el F-16 como plataforma.

·         La vulnerabilidad a la que se encuentran expuestos los aeródromos de operación de los F-16, ya que se van a constituir en blancos prioritarios para la aviación rusa, tanto para fines estrictamente militares como potenciales propagandísticos.

Es así, que desde el último mes las Fuerzas Armadas Rusas vienen focalizando e intensificando varios de sus ataques contra las potenciales Base Aéreas en la que operarían estos cazas. Por lo cual se deberá reforzar la defensa antiaérea de las mismas y la utilización de defensas pasivas como enmascaramiento, dispersión y señuelos a efectos de minimizar los efectos de los ataques.


Imagen: maqueta de F-16 realizada en Ucrania

·         Otro problema que se presenta es la continuidad del apoyo en caso de que Trump sea elegido para una segunda administración a partir de enero próximo y EEUU retire su apoyo. Por ello es que la OTAN está asumiendo un papel más amplio en la coordinación del equipo donado y la capacitación.

·         Por otro lado, está la limitación que efectuaron ciertos países al empleo de armamento más adecuado contra bases, depósitos e infraestructura que brinda soporte esencial en el esfuerzo militar en territorio ruso.

·         Por su parte, Rusia afirmó que la introducción de los F-16 no alteraría la situación en el terreno y que la provisión de estos cazas sólo prolongará la guerra.

 

Algunas conclusiones

En el corto plazo la incorporación de los cazas F-16 no implica un cambio significativo en el equilibrio del poder aéreo, ya sea por sus capacidades o por las cantidades de aeronaves.

Aunque la capacidad de los cazas rusos es superior en calidad y cantidad, seguramente se van a producir cambios tácticos en el campo de combate aéreo que, marcados por la prudencia y las limitaciones operativas, podrían impedir un enfrentamiento aéreo decisivo.

El empleo de los cazas F-16 va a mejorar la eficiencia de los misiles antirradiación, aire-tierra y aire-superficie que actualmente utilizan adaptados a los aviones de procedencia soviética.

No se visualiza la realización de operaciones de apoyo cercano a las fuerzas terrestres debido al corto período de entrenamiento de los pilotos, sumado al riesgo de los sofisticados sistemas de defensa aérea S-300 y S-400 rusos.

Rusia va a intentar destruir a los F-16, seguramente en tierra con misiles de largo alcance, como ya hemos visto cuando ha realizado ataques a posibles aeródromos de operación de los nuevos cazas.

Si bien se ha dejado correr la posibilidad de que Ucrania podría mantener los cazas F-16 en bases extranjeras para protegerlos de los ataques rusos, esto se descarta porque habilita a Rusia a atacar esas bases por considerarse objetivos militares legítimos extendiendo el conflicto fuera de las fronteras de Ucrania.

Por el momento, los pilotos ucranianos siguen siendo entrenados en el Reino Unido, los Estados Unidos, Dinamarca y Rumania, dependiendo de su experiencia previa de vuelo. El Centro Europeo de Entrenamiento de F-16 (EFTC), en la 86° Base Aérea de Fetesti (al sureste de Rumanía), se estableció para entrenar a los pilotos rumanos y ucranianos, así como a otros operadores regionales empleando 18 F-16 de la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos.

Otro factor a tener en cuenta es que, dependiendo de la intensidad de empleo que se haga de los aviones, es la cantidad de pilotos requeridos. Por lo menos se calculan 3 pilotos por avión, considerando varias salidas por día y contando con personal en descanso.

 

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