La Fuerza Aérea Argentina, a través del Centro de Investigación Aplicada (CIA) de la Dirección General de Investigación y Desarrollo (DGID) y el Centro de Ensayos en Vuelo (CEV), ha retomado los trabajos de desarrollo de la bomba planeadora FAS 850 Dardo, los cuales venían prácticamente detenidos desde hacía una década. El primer paso ha sido iniciar las pruebas de vuelo con una carcaza inerte de la bomba montada en uno de los soportes subalares del prototipo del Pampa III matriculado EX-03, el cual realizó un vuelo con ésta y un contenedor equipado con cámaras para evaluar las performances de la bomba montada en el soporte del avión.
El objetivo es en 2025 continuar con estos ensayos y apuntar a realizar lanzamientos de bombas inertes y sin propulsión para evaluar la separación de la misma con el avión, lo que permitiría continuar con la etapa siguiente de lanzamientos de bombas propulsadas y sus sistemas de guía y finalmente bombas con la carga explosiva.
La bomba Dardo, hoy en su variante Dardo III, deriva del desarrollo Dardo I que se inició en los años 80, el cual era una bomba convencional equipada con un motor cohete para darle una mayor penetración, de la cual solamente se hicieron algunos prototipos. Este trabajo llevó a fines de los años 90 a desarrollar la Dardo II, que era una bomba planeadora, con una nueva carcaza de sección rectangular y dos alas desplegables, con un sistema de guía por GPS, que comenzó a probarse a comienzos del nuevo milenio a bordo del Mirage IIIC matriculado C-717, que operaba el Centro de Ensayos de Armamento y Sistemas Operativos (CEASO) en el Área de Material Río Cuarto.
Luego de 2001 y por un período de tiempo el programa quedó en suspenso, hasta que hacia 2007 se retomó el programa, evaluándose la portación de la bomba en los McDonnell Douglas A-4AR Fightinghawk de la Fuerza Aérea y en los Dassault Super Etendard de la Armada Argentina, y en 2011 se exhibió un prototipo denominado FAS-850 Dardo 2-B el cual era una carcaza para llevar en su interior una bomba Mk.82 o una Expal BK-BR de 500 libras, y se agregaba a la guía por GPS un navegador inercial y una espoleta de proximidad Doppler FAS 1020 diseñada por la DGID. Además, la designación del blanco podía ser antes de la misión o durante el vuelo antes de su lanzamiento. El alcance era de hasta 60 kilómetros, con una altura de lanzamiento de hasta 40.000 pies y una velocidad de lanzamiento de hasta 0.9 Mach. Junto a ella se presentó la Dardo 2-C propulsada con una pequeña turbina, usándose inicialmente una APU retirada de un avión Mirage, lo cual le daba un alcance de hasta 200 kilómetros.
Posteriormente, la Dardo 2-C pasó a denominarse Dardo III, mientras que la Dardo 2-B quedó como Dardo 2, aunque para 2012 el desarrollo se frenó completamente.
Ahora, con el objetivo de retomar su desarrollo, se inició la citada integración en el Pampa III, mientras se especula con conseguir autorización de Estados Unidos para poder integrarla en el F-16 cuando estos lleguen al país, lo cual no será fácil de conseguir. Sin embargo, de lograrse la integración en el Pampa e iniciar la producción de bombas en serie, se alcanzaría una capacidad interesante para el avión, que le permitiría atacar blancos con precisión y desde gran distancia, sin exponerse a las defensas antiaéreas enemigas.