Por el Brig (R ) Claudio Daniel Salaberry - Director Nacional de Formación del Ministerio de Defensa
La actual gestión del Ministerio de Defensa ha dado un giro copernicano sobre la orientación de la política educativa en el ámbito de los liceos militares. El Ministro de Defensa, Dr. Luis Petri, firmó la Resolución N ° 795 /2024 que inicia un camino que busca revertir las acciones que durante años han intentado desnaturalizar la esencia y finalidad primogénita de los liceos militares, medidas que afectaron significativamente la formación de reservas aptas y acordes a las necesidades propias de cada una de las Fuerzas Armadas. Este proceso tiene la finalidad de recuperar y asegurar la calidad educativa, sobre todo en lo referente a la formación e instrucción militar, adecuándosela a la evolución de la tecnología y de los conocimientos que plantean los escenarios futuros. Para ello era necesario reformular el sistema educativo vigente con el propósito de brindar a los cadetes de los Liceos Militares los saberes indispensables que deberán dominar al momento de su egreso, especialmente aquellos orientados a los conocimientos técnico-profesionales, habilidades y destrezas que los capaciten para integrarse a las reservas de las Fuerzas Armadas, según lo establecido en el artículo 3°, inciso 2°, apartado b) de la Ley 19.101.
Es sabido que históricamente los Liceos Militares han sido colegios secundarios diferenciados desde sus inicios. El modelo educativo que se aplicaba en los mismos tenía como finalidad no solo formar a los jóvenes ciudadanos en los conocimientos acordes con el nivel secundario, sino también educarlos en forma integral con base en los valores sanmartinianos (abnegación, entrega total, humildad, sensatez, principios sólidos y una ética inquebrantable, incluso en perjuicio de los propios intereses), así como profesar valores cívicos, respeto al prójimo y a las instituciones en general, el amor a la Patria sobre todas las cosas; pero también tenía la objetivo de aportar ciudadanos calificados para contribuir con la Defensa de la Nación Argentina.
Para entender el porqué de esta nueva orientación, es necesario saber cómo ha sido la reforma educativa a la que fueron sometidos los liceos militares, principalmente a partir del 2010. La política educativa aplicada a partir ese momento se basaba en una visión particular y en algunos casos sesgada sobre la importancia de los Liceos Militares en el sistema de formación de reservas de oficiales. Esta política estaba orientada a reducir a su mínima expresión la formación militar que se daba en sus claustros y las medidas adoptadas intentaron desnaturalizar la función para lo cual fueron creados. Estas acciones propiciadas desde el Ministerio de Defensa atentaron contra la formación de Reservas aptas y acordes con las necesidades de las Fuerzas Armadas.
La Resolución MD N° 228 del 5 de marzo de 2010, implementó el Plan Liceos 2010 y esta resolución fue el instrumento por el cual comenzó la denominada “Democratización de los Liceos”, partiendo de una mirada parcial, tendenciosa y hasta a veces errónea de algunas leyes y normativas que afectaban su funcionamiento. Esta Resolución, basada en prejuicios ideológicos, consideraba pertinente la revisión de la instrucción militar, particularmente en lo que se refiere al uso de armas, el régimen disciplinario, el régimen de cursada para adecuarlos a las características y necesidades de diferente orden de niños/as y adolescentes, esto que parece un objetivo loable a luz de lo que se expresa, realmente pretendía despojar de todo barniz militar a la formación de los futuros Oficiales de la Reserva de las Fuerzas Armadas, ya que afecta no solo su instrucción militar, sino también atentaba contra el sistema disciplinario, que es la columna vertebral de la milicia. Para todo soldado el cumplimiento de las leyes y reglamentos militares, es decir la sujeción a la norma, es la base de la observancia de la ley.
No resulta extraño que esta resolución hiciera hincapié en la necesidad de incorporar la asignatura “problemáticas ciudadanas en la Argentina contemporánea” cuya finalidad entre otras era “la formación de los/as alumnos /as como ciudadanos plenos en el marco de la Constitución de la Nación Argentina, preparados para el ejercicio de la ciudadanía democrática, conscientes de sus derechos y obligaciones, que observen y respeten los derechos humanos, que resguarden el patrimonio natural y cultural e impugnen todo acto discriminatorio, observando las diferentes formas en las que las relaciones de género, étnicas y de clase…”. Como podemos observar esta premisa que orientaba los contenidos de dicha materia, desechaba ante todo la verdad histórica que demostraba con hechos que cientos de egresados que tuvieron su formación secundaria en estos institutos se han destacado en el ámbito civil a lo largo de la historia, además de un número significativo de ciudadanos que han ejercido los cargos de gobernadores, senadores y diputados, como así también varios presidentes y vicepresidentes, elegidos democráticamente por el pueblo argentino.
Durante muchos años hubo una serie de resoluciones que complementaron a la Resolución MD N° 228 y permitieron profundizar estos cambios, a pesar de la constante y valiente lucha de la gran familia liceísta y de los egresados, que resistieron utilizando todas las formas legales posibles, para que ello no ocurriera, por ello de que los cadetes de los Liceos Militares deberán poseer la mejor capacitación militar posible, asegurando satisfacer las competencias requeridas por cada Fuerza, sin dejar de contemplar las orientaciones / especializaciones que responden a los cambios que se visualizan en el futuro para contribuir con el Sistema de Defensa Nacional.
Esta idea conceptual y orientadora de la política educativa que surge de esta nueva gestión en el área de la Defensa plantea que debe existir una adecuada relación entre las responsabilidades que por ley tienen las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Defensa sobre la organización, administración y funcionamiento de los Liceos Militares para asegurar la recuperación de dichos institutos de formación como parte de la Política de Defensa Nacional.
Por ello fue necesario iniciar este proceso de cambio con la Resolución N° 795 /2024 del Ministerio de Defensa, la cual inicia un camino que busca revertir las acciones que durante años han intentado desnaturalizar la esencia y finalidad primogénita de los liceos militares y que afectaron significativamente la formación de reservas aptas y acordes a las necesidades propias de cada una de las Fuerzas Armadas.
A través de esta resolución y en cumplimiento de la Ley N° 19.101 se le da a cada Fuerza Armada la posibilidad de que determinen claramente cuáles son las aptitudes que deberán poseer los cadetes para integrar sus Reservas. Esta resolución también, en función de lo previsto en dicha ley y sus reglamentaciones, deja claro que los cadetes de los dos últimos años tienen Estado Militar, condición que, si bien nunca fue derogada por las resoluciones anteriores, el espíritu de las mismas y la voluntariedad de paso a la reserva que alguna de ellas permitía, pusieron en duda la vigencia de esta normativa. La ley no es de cumplimiento voluntario, se cumple o no se cumple.
La nueva normativa permite que cada una de las instituciones armadas presenten las modificaciones que resulten necesarias en el espacio curricular – instrucción militar para que se puedan adquirir las aptitudes propias de la formación militar, así como mejorar la capacitación militar para satisfacer las competencias exigidas en cada una de las fuerzas, y que sus orientaciones / especializaciones respondan a los cambios que se visualizan en el futuro para contribuir con el Sistema de Defensa Nacional.
El Ministerio tiene previsto que la Secretaría de Estrategia y Asuntos Militares, quien actualmente está a cargo el TG.(R) Claudio Pasqualini , y a través de la Dirección Nacional de Formación, presente en un plazo perentorio el Proyecto Educativo Institucional Liceos Militares, con nuevos lineamientos pedagógicos cuya aplicación comenzará en el período lectivo 2025, a los efectos de asegurar la excelencia educativa, profundizar y mejorar la disciplina militar y, sobre todo, fortalecer la formación de liderazgo en los cadetes para su desempeño futuro en el ámbito privado y público y/o para continuar sus estudios en las Universidades Nacionales y Privadas del país o en los Institutos Superiores de cada una fuerzas.
El Proyecto Educativo Institucional Liceos Militares se enmarca en el Plan Liceos 2030 (el año 2030 sería el egreso de la primera promoción con estos cambios), el cual tiene como finalidad en primer término dejar claramente explicitado cuál es el encuadre legal y normativo histórico y actual sobre el que funciona la formación de Oficiales de la Reserva, situación que ha sido aclarada por la Resolución N° 795 /2024. Por otro lado está el Proyecto Educativo Institucional (PEI), herramienta que tiene prevista la Dirección Nacional de Formación para orientar y dar sentido al proceso de mejora educativa. Este instrumento va a definir claramente el conjunto de valores y principios distintivos de los Liceos Militares sobre la base de su historia de excelencia educativa que fue afectada en los últimos 14 años, especialmente en lo referido a la formación militar. Este documento educativo deberá funcionar como un principio ordenador de estas instituciones educativas militares y en él estará plasmado el marco teórico de la política educativa sobre el cual tendrá que trabajar cada una de las fuerzas para realizar el proyecto educativo particular de cada liceo militar.
Este proyecto debe presentar la “Visión" del Ministerio sobre estas instituciones, es decir qué se espera de su futuro con una mirada desde el presente. También se dejará claramente explícita cuál es su finalidad (Misión), que no es otra cosa que el propósito general de este tipo de institutos militares. Se definen las funciones de cada cargo y estamento de la institución, se orienta la organización y sugiere los procedimientos evaluativos, se dan los lineamientos para el régimen interno de los cadetes, las normativas aplicables, talleres, horarios, etc. En general aquí está plasmada la idea de "institución educativa" que se quiere lograr, definiendo sus características, direccionando su accionar, dándole sentido e integración a sus estructuras académicas. También permite dar el marco teórico bajo el cual pretende alcanzar los objetivos pedagógicos. La segunda parte de este proceso va a estar encabezada por la Dirección Nacional de Formación en coordinación estrecha con cada una de las Direcciones Generales.
En síntesis, esta resolución trata de poner orden y permitir recuperar la esencia y finalidad primogénita de esas instituciones militares, la cual es formación de reservas aptas y acordes con las necesidades de las Fuerzas Armadas y asegura en un futuro la excelencia educativa que les permita a nuestros cadetes afrontar con éxito la etapa de educación universitaria o terciaria según sea su decisión. La excelencia educativa, la disciplina militar y la formación de líderes han sido patrimonio histórico de los Liceos Militares, es hora de recuperar esas fortalezas y proyectarlas al futuro para asegurar recursos humanos aptos y capacitados para nuestra Defensa Nacional.