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Logística Genética y Logística de Sostenimiento ¿Por qué?

Ezequiel Colla

Por Ezequiel Colla - Foro Argentino de Defensa


En el ámbito de la Subsecretaría de Planeamiento Operativo y Servicio Logístico de la Defensa se suele hablar de Logística Genética y Logística se Sostenimiento, pero ¿qué significa cada una?

En este ensayo voy a explicar las razones por las que existe cada una y analizaré la necesidad de que estén, o no, en la órbita del Ministerio.



Para poder entender la diferencia entre ambas apelaré a dos conceptos centrales en la gestión de activos físicos, el Ciclo de Vida y la Soportabilidad.

Ciclo de Vida: son las etapas consecutivas e interrelacionadas de un sistema o activo, desde su diseño hasta la disposición final de los activos, las cuales están reflejadas en la figura 1. Hay dos partes bien diferenciadas en el Ciclo, la primera, que abarca las etapas de Diseño y Fabricación / Adquisición, durante las cuales se incorporan los activos y la segunda, que incluye la etapa de Operación y Apoyo, durante las cuales se utilizan los activos.



Soportabilidad: la Norma MIL-HDBK-502 del Departamento de Defensa de los Estados Unidos señala que “la Soportabilidad (Supportability) es el grado en que las características del diseño del sistema y los recursos logísticos planificados cumplen con los requisitos del sistema en tiempos de paz y de guerra” y agrega a continuación que “La soportabilidad es la capacidad de un sistema diseñado integralmente para apoyar las operaciones y las necesidades de alistamiento durante la vida útil del sistema a un costo asequible.”

Podría parecer entonces que la soportabilidad es un problema que pertenece a la fase operativa del ciclo de vida y no está lejos de la realidad, el problema radica en que si la soportabilidad no es planificada desde el comienzo, durante la etapa de diseño del sistema e incorporada antes de comenzar a operar, la tarea de soporte puede llegar a ser mucho más pesada de lo que normalmente es[1]. Por eso la definición habla claramente de dos partes, del diseño y de los recursos logísticos para operar y eso se asocia a la “Logística Genética”, que a través de “Proyectos” incorpora o moderniza activos y a la “Logística de Sostenimiento”, que durante la fase de Operación proporciona los efectos para permitir que el sistema funcione. Esto respondería el “Por Qué” señalado en el título, pero avanzaré un poco más.

La pregunta que surge entonces es: ¿Están ambos conceptos internalizados en el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas? Mi experiencia dice que no y analizaré la posible causa:

A partir de 2005 y hasta 2010 los cambios en este Área del Ministerio de Defensa fueron muy profundos y su fundamento está plasmado en la Tesis “Reforma logística de la defensa en Argentina”[2], escrita por el Lic. Gustavo Sibilla, quien se desempeñó, en el período mencionado, como Subsecretario de Planificación Logística y Operativa de la Defensa y fue el mentor de los cambios.



En la Tesis, derivado del estudio comparativo con otras Fuerzas Armadas, señala la necesidad de ver la logística en dos dimensiones:

Logística Genética: como la categoría de la logística que se ocupa de la generación de las capacidades militares. Para ello, involucra el estudio de los canales de obtención de Adquisición, Producción Industrial e Investigación y Desarrollo.

Logística de Sostenimiento como la categoría de la logística que procura el sostén de las Fuerzas en situación de alistamiento o en operaciones. Para ello, involucra el estudio de las funciones y actividades genéricas de Abastecimiento, Mantenimiento, Transporte, Almacenaje, Disposición Final y otras que actualmente reconocen las doctrinas específicas vigentes en cada fuerza armada de la Argentina

Al nacer el nuevo sistema de gestión logística se implementó esta división, pero, a mi entender, sin haber comprendido acabadamente su necesidad. Esto podría haber dado lugar a los cambios sucesivos que hubo en la organización desde ese momento hasta hoy, donde la Logística Genética como ente desapareció del organigrama, pudiéndose presumir que su función original quedó subsumida en la Dirección General de Inversiones. Esto no me llama la atención, porque si bien en un principio se visualizó su necesidad, nunca se entendió realmente “para qué” debía existir y por ello, el “qué” debía hacer quedó limitado al SIGID, a los Proyectos de inversión, Investigación y Desarrollo y Producción para la Defensa cuando en realidad es mucho más amplio y complejo, porque debe operacionalizar las Capacidades fijadas por la Estrategia Militar en Sistemas de Armas, en definitiva, Activos.

La Logística Genética debe entonces, en resumidas cuentas, generar capacidades nuevas o fortalecer capacidades existentes, dirigiendo y supervisando el Diseño de los Sistemas que las componen, su fabricación o adquisición y la incorporación a las Fuerzas Armadas.

Para ello, en la etapa de diseño, debería asegurar que el diseño de los sistemas responda a las necesidades planteadas en las capacidades y a los requerimientos de los usuarios y además, que sean “soportables”, que tengan “uniformidad logística” y que sean “interoperables” en lo conjunto y lo combinado, esto último según las directivas estratégicas que se emitan en función de alianzas actuales y/o potenciales y el empleo de fuerzas en organizaciones multilaterales.



Asimismo, debería priorizar, con el asesoramiento de las Fuerzas Armadas, la desarrollo / fortalecimiento de dichas capacidades, para que sea armónico, tendría que fijar pautas para el “crecimiento sistémico” de las mismas, porque, como los recursos económicos disponibles siempre van a ser escasos, seguramente se va a tener que crecer por fases. Como puede verse, no es una tarea sencilla.

Luego, en la etapa de fabricación / adquisición, debería verificar la ejecución y gestión, las pruebas de aceptación y por último, comisionar el sistema a la Fuerza receptora.

Ahora bien, nada de esto lo hace la Logística Genética por sí misma, sino que lo lleva a cabo a través de “Proyectos”, que son los que, con personal idóneo, deben diseñar el sistema, preparar el estudio de factibilidad y, con la aprobación de las Fuerzas que serán usuarias del mismo, presentarlo para análisis y verificación por parte de la Logística Genética y posterior aprobación del Ministro de Defensa. Una vez autorizado, priorizado, asignados los recursos y licitado, el Proyecto debe gestionar y supervisar su compra / fabricación, bajo la verificación de la Logística Genética y finalizado, debe entregarlo a las Fuerzas para su operación. A partir de ese momento, la Logística Genética cede su lugar a la Logística de Sostenimiento e indudablemente, si la primera hizo bien su trabajo, las cosas para la segunda serán mucho más sencillas.

La Logística de Sostenimiento es una logística ejecutiva, porque su función es proporcionar a las Fuerzas los abastecimientos y servicios requeridos, en la cantidad necesaria, en el momento oportuno y en el lugar indicado, durante la operación de los sistemas. Tiene como principal instrumento el “Ciclo Logístico”, que es el proceso mediante el cual se producen acciones para la ejecución de las funciones logísticas, indicado en la Figura 2. Es muy importante que se comprenda cabalmente este ciclo y se delimiten claramente las distintas responsabilidades en cada fase del mismo.



La Determinación de las necesidades es el punto de partida del ciclo. Tiene un componente cualitativo, asociado a la identificación univoca del ítem y otro cuantitativo, relacionado con la satisfacción de la necesidad en cantidad. Solo un conocimiento profundo de las necesidades y su definición exacta en calidad y cantidad, permitirá desarrollar con éxito esta parte del proceso, en el cual también deben fijarse la oportunidad de provisión y el lugar de entrega. Esta fase debe ser ejecutada por los Requirentes, que son quienes realmente conocen los ítems necesarios y pueden especificarlo con precisión.

La Obtención de los artículos se produce cuando las necesidades identificadas se transforman en elementos tangibles. Adquirir efectos no solicitados o equivocados conduce a incrementar los costos, sin producir el efecto deseado en los sistemas y no adquirir lo necesario, hacerlo fuera de término o enviarlos a un lugar equivocado, podría ocasionar la inoperatividad de los mismos, disminuyendo la capacidad operativa del elemento apoyado. Esta fase puede ser desarrollada por un entre centralizador, pero con las siguientes premisas, que yo diría, son casi dogmas:

1. El organismo de adquisición no debe modificar las especificaciones técnicas.

2. El requirente debe formar parte de la comisión evaluadora de ofertas.

3. El comprador debe aprobar la recepción cuantitativa y el requirente la cualitativa.


La Distribución de los efectos es la fase en la cual se finaliza con la satisfacción de la necesidad. Cuando un elemento operativo está alejado de donde se pueden adquirir los repuestos o insumos necesarios, esta fase se superpone con la anterior en el acopio de los materiales previo al acarreo, sigue con el transporte hasta el punto de aplicación y finaliza con la incorporación al stock. Es un proceso eminentemente dinámico y su éxito depende de la flexibilidad y adaptabilidad de quien lo gestiona, para mover los efectos en término y al menor costo.

¿Y cuál es mi experiencia con la Logística de Sostenimiento en la órbita del Ministerio de Defensa?

El principal problema evidenciado ha sido el “Tiempo de Provisión”, definido como el lapso que demanda el ciclo logístico de un ítem, que inicia al plantearse necesidad del recurso y finaliza cuando el requirente lo recibe de conformidad. Mi experiencia basada, en el sostenimiento de la Fuerza de tareas Conjunta Argentina destacada a MINUSTAH (Haití), indica que ese tiempo fue más que excesivo, en particular las fases de Obtención y Distribución, con demoras que superaron holgadamente los dos años, incluso con repuestos que se podían adquirir en el país. Creo que, si bien la intención de la centralización fue comprar por volumen para generar un ahorro de costos, la adquisición de repuestos no fue eficaz ni eficiente y de hecho no me atrevería a aseverar que se haya podido comprar más barato. Sí me consta que la gran cantidad de ítems y las especificaciones técnicas para cada uno tornaron las licitaciones terriblemente engorrosas y difíciles de evaluar en detalle, generando tiempos extremadamente largos para su trámite, lo cual sumado al fracaso de algunas de ellas, derivaron en que la fuerza desplegada haya llegado a la situación de tener todos los vehículos fuera de servicio.



Otro problema detectado fue la modificación de especificaciones técnicas, creo por problemas de catalogación, que derivaron en recibir repuestos e insumos diferentes a los solicitados por el requirente y como éste no participaba de la recepción, el problema se detectaba cuando los ítems arribaban al Área de la Misión.

Un tema no menor fue que la Agencia Logística adquiría los efectos, pero como el recurso estaba asignado a las Fuerzas, implicaba movimientos de partidas que incrementaban la burocracia y dilataban los tiempos.

Pero, en definitiva, ¿qué Logística debería gestionar el Ministerio de Defensa? En mi opinión la prioridad absoluta debería ser la Logística Genética, pero con todo lo que ella implica y requiere, fijando procedimientos que permitan diseñar sistemas que respondan a las capacidades fijadas, a los requerimientos de los usuarios, que sean soportables, logísticamente uniformes e interoperables y que, además, puedan ser apoyados asequiblemente a lo largo de todo el ciclo de vida y por el contrario, tendría que deshacerse de la Logística de Sostenimiento, excepto en aquellos casos donde el volumen o un contrato interagencial dentro del estado produzca ventajas notables, por ejemplo, la compra de combustible y dejar a los organismos descentralizados, la ejecución del soporte de las Fuerzas, en particular todo lo relacionado con repuestos e insumos para mantenimiento de los medios, incluso en los destacados en Operaciones Fuera de Área.

Desearía finalizar con las conclusiones vertidas por Patrick M. Dallosta y Thomas A. Simcik en el artículo “Designing for Supportability: Driving Reliability, Availability, and Maintainability In While Driving Costs Out”[3], publicado en AT&L Magazine, de la Defense Acquisition University, con referencia al diseño de los sistemas de armas en las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos:

“Los sistemas de armas deben proporcionar una capacidad militar necesaria, satisfacer las necesidades de los usuarios, evidenciado en la eficacia e idoneidad operativa y deben ser asequibles. Garantizar la asequibilidad comienza en las primeras fases del ciclo de vida de un sistema, en las que las decisiones determinan los costos de adquisición y fijan esencialmente los costos de operación y apoyo. El proceso de análisis de la soportabilidad proporciona una herramienta que puede ser utilizada en colaboración por los dominios de la ingeniería de sistemas y la logística para abordar el impacto de las características de diseño de la confiabilidad, la disponibilidad y la mantenibilidad en el diseño del sistema y las necesidades logísticas para alcanzar los resultados del programa.” Estas palabras reflejan la razón de ser de la Logística Genética.


Para profundizar más en el tema recomendamos leer: Logística: ¿40 años después, hemos aprendido algo del INFORME RATTENBACH sobre el conflicto de Malvinas?


[1] Vittorangeli, A.E. (2020). Mantenimiento: la Soportabilidad del Sistema. LinkedIn. [2] G. Sibilla. “Reforma logística de la defensa en argentina”. FLACSO – San Andrés. 2008. [3] Dallosta, P; Simcik, T. (2012). “Designing for Supportability: Driving Reliability, Availability, and Maintainability In While Driving Costs Out”. AT&L Magazine. Defense Acquisition University. https://www.dau.edu/library/defense-atl/DATLFiles/Mar_Apr_2012/dallosta_simcick.pdf

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