Por: Joao Paulo Moralez
Entre gigantes como el Embraer KC-390 y el Lockheed C-130 Hercules, el Cessna C-98 Caravan es el único avión de transporte que aterriza en Surucucu, lugar que se ha convertido, ubicado en la selva amazónica, en el centro de operaciones de apoyo a la crisis sanitaria con los pueblos Yanomami desde enero de 2023.
Surucucu, que se encuentra en la cordillera y que lleva el mismo nombre, es una localidad del municipio de Alto Alegre en el estado de Roraima, ubicada en la selva amazónica brasileña.
Llegar a ese inhóspito punto sin ninguna conexión por tierra es posible por un solo medio: por aire.
Utilizando la pista de aterrizaje de poco más de mil metros de largo y 60 metros de ancho, la conexión con la capital Roraima hasta Surucucu, donde se encuentra el 4º Pelotón Especial de Fronteras del Ejército Brasileño (EB), normalmente se realiza en aviones Cessna C-98 Caravan desde la Base Aérea de Boa Vista, en un vuelo de una hora de duración.
Este tipo de misión del 4º PEF es rutinaria, transportando cargas, personal y pasajeros, habilitando al pelotón para cumplir con su rol institucional, que incluye la protección de los pueblos Yanomami, entre otros.
Debido a la crisis que se desató a mediados de enero de este año, se montó un operativo especial y esa localidad ha sido en la selva, el eje del gobierno federal para llevar personas, carga, alimentos, medicinas, etc.
Pero llegar a Surucucu no es una tarea sencilla. Además de ser corta, la pista tiene una pendiente más pronunciada durante los primeros 300 m, que luego se vuelve más suave. Sin embargo, de una cabecera a otra, la diferencia de altura es de 32Mts., demostrando la complejidad de operar en ese lugar, el cual requiere de mucha experiencia y tripulaciones extremadamente experimentadas. Para sumarle más complejidad a las operaciones, Surucucu se encuentra en medio de montañas y es susceptible a los cambios bruscos de clima.
El aeródromo tiene tal complejidad, que se inserta en el contexto de instrucción de nuevas tripulaciones en los llamados ejercicios críticos de pista.
Según el teniente aviador Gabriel Gomes Fissicaro, piloto del 7º Escuadrón de Transporte Aéreo “Esquadrão Cobra”, que vuela en esta misión, el C-98 es uno de los pocos aviones que puede operar con seguridad en Surucucu. De hecho, hoy, es el único además de los helicópteros.
Debido a que es una pista corta, no todos los tipos de aviones de transporte pueden aterrizar allí. Uno de ellos es el bimotor turbohélice táctico Casa C-105A Amazonas, pero por el momento no aterriza en Surucucu por la necesidad de reparaciones puntuales en la pista. A finales del año pasado se lanzaron en el sitio más de 30Tn de carga destinadas a su renovación, incluso antes del inicio de la operación en apoyo a los indígenas.
Si bien la remodelación por el momento no se está llevando a cabo, el C-105A, el Lockheed C-130 Hercules y el Embraer KC-390 contribuyen al valioso esfuerzo logístico lanzando cargas o suministrando a la Base Aérea de Boa Vista artículos que son transportados luego por el C- 98, que ha demostrado ser una aeronave extremadamente útil en estas acciones, para la integración de una región tan crítica en términos logísticos como lo es la Amazonía.
A pesar de ser monomotor, la fiabilidad es muy alta, en su interior es posible llevar pasajeros, carga o una combinación de ambos. En el viaje de ida, se transportan alrededor de 700 kg de carga además de la tripulación, que normalmente es de tres militares. A la vuelta, por tener menos combustible, esta capacidad aumenta a una tonelada.
En las últimas semanas, dos o tres veces al día, los C-98 aterrizan y despegan cargando combustible para apoyar las operaciones de los helicópteros Sikorsky UH-60 Black Hawk, quienes transportan alimentos, medicinas, personas y todo aquello que sea necesario.
“La aeronave puede adaptarse rápidamente para transportar pasajeros o carga, según la necesidad. Así, además de tener un costo de operación extremadamente bajo, logra aterrizar en lugares de difícil acceso, posibilitando el cumplimiento de diferentes misiones, desde el transporte de personas y suministros, hasta la evacuación de emergencia de pacientes en riesgo de muerte, lo que hacemos a diario en la Operación Yanomami”, explica el teniente Fissicaro.
Desde que fue llamado a actuar en la acción de ayuda humanitaria a los indígenas, el Caravan -considerado uno de los aviones monomotor más seguros y confiables del mundo- ha volado más de 220 horas, habiendo transportado alrededor de 40Tn de medicamentos, comida y combustible.
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