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Adriano Santiago García

Munición de 105 mm para tanques (las capacidades del Leopard 1A5 BR)


Por Adriano Santiago García*



En la carrera armamentista desenfrenada de la Guerra Fría entre la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y el Pacto de Varsovia, ambos recibían tanques con cada vez más tecnología añadida a sus sistemas de control de tiro (SCT), sistemas de motores más potentes y un aumento cada vez mayor de el diámetro de los tubos del tanque.

El bloque occidental adoptó el calibre 105 mm como estándar para los tanques en la segunda mitad del siglo XX, pues en la tríada del equilibrio blindado: potencia de fuego, protección blindada y movilidad, este calibre ofrecía suficientes argumentos para enfrentarse a los equivalentes soviéticos.

La irrupción masiva del tanque T-72, con su calibre de 125 mm, modelo 2A46, fue una respuesta al aumento del estándar OTAN de 105 a 120 mm, dejando en el aire el mensaje de que el calibre menor estaba desfasado.

La evolución de la investigación sobre nuevos materiales para ojivas de tanques, así como la mencionada tríada del balance blindado dieron un nuevo aliento a los usuarios de cañones de 105 mm, pues en un contexto regional y doctrina de empleo de sus tropas esta arma aún satisface las necesidades de la tropas terrestres.

La adopción de los Vehículos Blindados de Combate Leopard 1A5 BR (VBC CC) por parte del Ejército Brasileño proporcionó a la tropa blindada un sistema de armas con un SCT de alta tecnología y precisión agregada, además de un conjunto de municiones capaz de combatir otros vehículos blindados, misión principal del tanque.

Desde el punto de vista de los datos, se analizarán las municiones de 105 mm del arsenal del VBC CC Leopard de Brasil, tanto químicas (CE) como cinéticas (KE) y también se presentarán las realidades y perspectivas de esta munición para el futuro.


Introducción

La segunda mitad del siglo XX fue escenario de varias carreras entre las dos superpotencias que buscaban la supremacía en todos los ámbitos y campos tanto del saber como del poder.

La visión de la dominación militar terrestre todavía estaba muy arraigada en los estándares de la Segunda Guerra Mundial, teniendo como parámetro el número de fuerzas blindadas disponibles, así como el calibre de sus armas.

En los años 50 del siglo pasado aparece el cañón británico L7 de calibre 105 mm, que servirá como arma o como molde para todo tanque al oeste de la Cortina de Hierro en las siguientes dos décadas, perdurando en algunos modelos hasta la actualidad.

La colocación de calibres mayores en tanques no es una novedad en la actualidad, ya que los autos IS-3 soviéticos, desarrollados en 1944, ya estaban equipados con cañones de 122 mm.

Por tanto, conviene pensar en el trinomio de construir un tanque: Potencia de fuego, Protección blindada y Movilidad.

Está claro que los aspectos son casi inversamente proporcionales, porque si se aumenta la protección blindada se pierde movilidad, entre otras comparaciones.

Por lo tanto, es imperativo decir que el calibre 105 mm representó un arsenal respetable para tener una potencia de fuego menor, pero aumentar las otras dos esquinas del triángulo.

La evolución de los motores y compuestos blindados permitió el empleo exitoso de armas de mayor calibre, pero podría comprometer la movilidad, ya que el tonelaje promedio del tanque aumenta más allá de las 60 toneladas.

Muchos ejércitos descartan el calibre de 105 mm por no ser útil en escenarios de conflicto basándose en comparaciones lineales con tanques más modernos.

Los escenarios actuales de conflictividad difusa y urbana, con mínimos daños colaterales y fuerzas con movilidad estratégica de empleo, vuelven a sacar a la luz las armas de menor calibre que aún pueden tener un rol protagónico en el campo de batalla.

Brasil recién tomó contacto con los venerables cañones L-7 y M-68 a fines de la década de los 90, con la adquisición de los Leopard belgas y M60 a los Estados Unidos de América.

La continuación del mantenimiento de ese calibre en el VBC CC Leopard 1A5 BR trajo al EB una gama moderna de municiones con la perspectiva de evolución tanto en el calibre como en la serie de disparos.


El Leopard 1A5 BR

Variante más moderna de la familia Leopard 1, el modelo A5, fue una modernización, realizada a finales de los años 80, de los primeros 4 lotes de fabricación que se denominaron Leopard A1, en vías de mantener el tanque en condiciones para operar en el próximo siglo.

Como componentes más modernos a destacar fue la preparación para recibir el cañón Rheinmettal L-44 de 120 mm y la instalación del SCT EMES-18, el mismo que equipa al VBC CC Leopard 2 hasta la versión A6.



Leopard 1 con cañón L-44 de 120 mm.

Otro aspecto sumamente importante, además del calibre, son los tipos y modelos de munición que ese tanque está programado para disparar, ya que solo se insertan unas tablas balísticas de algunos modelos de munición en la computadora de tiro.

Por lo tanto, a pesar de la existencia de una amplia gama de tipos, modelos y nacionalidades de municiones, los tanques ya vienen con una especie de “sello de fábrica” que ya lleva impresas las tarjetas balísticas que son el comportamiento de la curva de la munición en las diferentes distancias.

Es función de los Master Gunners, Instructor Avanzado de Tiro, comparar la tabla de tiro de municiones con las de los fabricantes para verificar la idoneidad y precisión de las granadas.



Unidad de selección de munición del Leopard 1A5 BR.


Tipos y modelos de munición del Leopard 1A5 BR

El Boletín Técnico Nº03 de 2010 de la Dirección de Materiales (D Mat) reguló qué tipos y modelos de munición están disponibles para disparar con los VBC CC Leopard 1A5 BR, que se discutirá a continuación.

En primer lugar, la munición se separará en dos grandes grupos: energía química (CE) y energía cinética (KE), que no son más que las formas en que busca perforar el blindaje del objetivo.


Energía cinética

Las municiones de energía cinética son las auténticas herederas de las flechas de caza, ya que se reducen a un dardo, constituido por un núcleo de material muy denso, como el tungsteno, el osmio e incluso el uranio empobrecido, que por el efecto denominado “erosión mutua” va desgastando el dardo penetrante junto con el blindaje hasta que abre un agujero en el blindaje.

Después de la penetración, toda la energía cinética que resultó de esta erosión convertida en calor, ingresa por el orificio, normalmente incendiando la munición almacenada dentro del tanque, provocando así que la torreta y el chasis se separen en una explosión abrupta.



Tanque con torre separada del chasis.


Son la munición más favorable para combatir contra otros carros que se aprovechan del quiebre angular de su blindaje para intentar desviar el disparo.

El material componente del dardo y su velocidad inicial son los puntos principales en el aumento de la letalidad de estas granadas que, con el desarrollo de propulsores con mejor cadencia de disparo, pueden alcanzar su objetivo hasta 2,5 a 3 km de distancia.


DM-33 y DM-63

Las municiones clasificadas como DM-33 y DM-63 son las dos granadas cinéticas que se insertan en el SCT del tanque en servicio en Brasil.

Ambas están clasificadas como Armor Piercing Fin Stabilized Discarding Sabot – Tracer (APFSDS-T) que por traducción literaria sería penetrador de blindaje de estabilización vertical trazante, o superflecha en la nomenclatura de talleres de tanques.

Inicialmente cabe resaltar que esta nomenclatura está ligada al fabricante de tales granadas, la compañía Diehl BGT Defence GmbH & Co KG de Alemania, pues existen varios otros modelos de municiones APFSDS-T con designaciones comenzando por las letras “M”, “O”, “L”, entre otras.

Sin embargo, como ya se mencionó, el hecho de que sea una superflecha y sea un calibre estándar de la OTAN de 105 mm no garantiza que este proyectil tenga características balísticas similares a los DM-33 y DM-63, pudiendo así servir como reemplazo para éstos.



Dardo penetrante de una munición APFSDS-T.


Con un proyectil de 592 mm de longitud, el DM-33, o M-413 fabricado por la ex Israel Military Industries (IMI) adquirida por Elbit Systems, tiene un poder de penetración de un blindaje de acero homogéneo con un espesor de 380 mm RHA, siglas en inglés de blindaje de acero homogéneo, a 2 km.

Su carga propulsora de 5,8 kg de explosivo imprime una velocidad de boca, es decir, al salir del cañón, de 1455 m/s, haciendo que su proyectil de tungsteno de 6,3 kg tenga una alta expectativa de impacto, lo que se traduce en una distancia de máxima precisión en el primer tiro, a 2 km de distancia.

El talón de Aquiles de la munición DM-33 es que ya no está en la cartera de producción tanto de la industria israelí como de la alemana, hecho que debería obligar a la cadena logística a adquirir munición de segunda mano o buscar otro modelo para sustituirla.

La granada DM-63 es la de mayor potencia de fuego y penetración para ser disparada por el Leopard brasileño.

También tiene un equivalente israelí, aún en producción, llamado M-426, y tiene las mismas características que la versión mencionada anteriormente, solo que con un dardo penetrador más largo, 620 mm con una masa de 6,6 kg, aumentando así su expectativa de impacto en 500 metros adicionales.

Su poder de penetración alcanza los 450 mm RHA cuando se dispara a una distancia de 2 km del objetivo.



Dardo penetrante de una munición APFSDS-T.


Energía Química

Las municiones de energía química (CE) se basan en compuestos explosivos para causar el daño esperado al blindaje o la destrucción de objetivos secundarios, como vehículos o estructuras no blindadas.

Si bien, en una primera impresión, constituyen municiones de segundo plan, cobran especial importancia por producir menos efectos secundarios, especialmente en operaciones en entorno urbano.

El Leopard 1A5 BR cuenta con dos de estos tipos de municiones y cada una de ellas tiene características y uso muy peculiares, por lo que debe ser evaluada por los comandantes en maniobra cuál será la composición del stock, en cantidad, de cada tipo de munición.

Una de las principales ventajas de las municiones químicas es la posibilidad de llevar una ojiva inerte, denominada “punta azul”, destinada al entrenamiento, hecho que preserva las instalaciones durante la práctica de ejercicios de tiro real, sin comprometer su precisión ni su comportamiento.

Otra gran ventaja de las municiones CE (HEAT-T y HESH-T) son los estándares de fabricación similares, lo que amplía el mercado para las empresas que suministran dichos materiales a la Fuerza.



Munición de entrenamiento HESH o HEP “punta azul”


HEAT-T

La munición explosiva antitanque, que significa High Explosive Anti-Tank - Tracer (HEAT-T), es una munición CE que tiene el efecto final deseado de perforar el blindaje con la combinación de explosivos y el efecto de “carga hueca”.

Derivado del ampliamente utilizado lanzacohetes panzerfaust alemán, de la Segunda Guerra Mundial, que tenía una masa explosiva en su interior que rodeaba un cono de cobre.

El proyectil HEAT actúa con su “carga hueca” contra objetivos blindados y con su efecto explosivo y de metralla contra objetivos no blindados. Su efecto es independiente de la distancia del objetivo, pero depende en gran medida del tipo de blindaje que se está penetrando.

Es compuesta de un cuerpo de acero hueco, que da el efecto de metralla, dentro del cual se encuentra el explosivo y, después de la ignición, el inserto de cobre en forma de embudo provoca el efecto de la “carga hueca” o efecto Monroe.



Municiones HEAT-T seccionadas, observe el cono de “carga hueca” en la punta.


Con una carga propulsora más baja, la munición CE tiene una velocidad inicial más baja y la consiguiente expectativa de impacto a distancias más cortas.

La munición HEAT-T produce una velocidad de aproximadamente 1100 m/s, lo que le da una expectativa de impacto de hasta 1500 m, perforando aproximadamente 350 mm de RHA.


HESH-T

La última munición con cabeza de guerra que puede disparar el SCT EMES-18 es el explosivo High Explosive Squashing Head Tracer (HESH-T), la única munición que no está diseñada para perforar blindajes.

Su cabeza ojival hecha de explosivo plástico se deforma cuando golpea una superficie dura antes de que la mecha provoque la explosión de los 5,1 kg de material.

El objetivo es generar ondas de choque que, a través del blindaje, provocarán daños internos en el objetivo, destruyendo equipos o incapacitando a los tripulantes.

Puede usarse contra edificios, estructuras rígidas y objetivos de otra naturaleza, y su uso en combate es bastante versátil.

Es la única granada de guerra que tiene su vuelo hacia el blanco estabilizado por la rotación, impresa por las 28 rayas del cañón L7, factor que requiere una compensación por parte de la SCT o del tirador hacia la izquierda para poder para dar en el blanco.



Efecto que produce la munición HESH-T al impactar en el blanco.


Cinética de entrenamiento

Debido al alto costo de la munición cinética real y la necesidad de un campo de instrucción con mucha profundidad, debido a las energías involucradas en el disparo, las empresas iniciaron el desarrollo de “puntas azules” para munición cinética.

El objetivo es una granada de menor coste que simula la trayectoria de disparos reales con un dardo penetrante de material menos denso que el real, haciendo que se fragmente al impactar con superficies más rígidas, minimizando los efectos secundarios.

El Leopard 1A5 BR dispone de dos de estas municiones para el entrenamiento de las guarniciones denominadas Training Piercing Discarding Sabot - Tracer, o TPDS-T, siendo los modelos M-724 y C-74, de fabricación norteamericana y canadiense respectivamente.

Dicha munición tiene una apariencia similar a la antigua munición Armor Piercing Discarding Sabot – Tracer, que ya no se produce en ninguna industria de defensa.

A pesar de su carácter eminentemente formativo, existen informes de uso en operaciones reales, debido principalmente a la mencionada minimización de daños colaterales.


El 105mm y el siglo XXI

Es cierto que la masa de los tanques de batalla principales (MBT) de las fuerzas blindadas más grandes del mundo hoy en día usan el calibre estándar de la OTAN de 120 mm o el 125 mm de la escuela de guerra rusa.

Sin embargo, vale la pena volver a la introducción de este artículo y mencionar que los grandes cañones y los grandes tanques ya eran una realidad y el pasado en momentos muy cercanos de la historia.

El tanque acaba de cumplir un siglo de existencia y su rica historia está marcada por varios contratiempos en el desarrollo y el uso en operaciones, siendo constantes solo sus características postuladas.

La brigada Stryker, fuerza norteamericana de gran movilidad utilizada en diferentes situaciones, tiene como elemento blindado de mayor potencia de fuego directo el vehículo M-1128 con su cañón M-68 A1E4 de 105 mm, similar al VBC CC M60.


Vehículo M-1128.

En un contexto de tanques sobre orugas, BAE Systems ha vuelto a presentar recientemente el tanque M8, que había sido abandonado en los años 90, como un nuevo producto para ofrecer a las tropas que necesitan un vehículo blindado con mayor movilidad.


BAE Systems M8.

Otras grandes fuerzas blindadas aún mantienen en sus filas tanques con cañones de 105 mm, con Turquía como principal argumento en este caso porque tiene el VBC CC M60 SABRA, modernizado por Israel, y produce munición estándar de la OTAN de 105 y 120 mm.


Conclusiones

El ya mencionado entorno de campo de batalla difuso es la nueva incógnita de cómo será el uso de las Fuerzas Armadas en el futuro a corto y mediano plazo.

Mucho más allá del calibre, la investigación de materiales y sistemas de puntería y observación más precisos tiene como objetivo causar un daño efectivo, en lugar de un gran daño.

La necesidad de empleo en diferentes partes del país o incluso del mundo, nos lleva al trinomio del desarrollo de vehículos blindados y hacia qué lado se le dará más énfasis.

Otros actores, como los cohetes y granadas, además de los misiles, convierten a los grandes vehículos blindados en grandes blancos que son destruidos muchas veces sin saber dónde estaba la amenaza.

Por lo tanto, es necesario contar con una estructura blindada con potencia de fuego realista a sus amenazas, dosificada para enfrentar a los enemigos potenciales, con protección que maximice la preservación de la vida de la guarnición y suficiente movilidad en el escenario de campo de operaciones.

La historia ha consagrado grandes armas que se convirtieron en grandes errores y el simple análisis lineal fuera de contexto puede hacernos adquirir o desarrollar “camellos sin ningún desierto para colocarlos”.




Referencias

BRASIL. Ejército. Boletín Técnico 03/2010 1. ed. Brasília, DF, 2010.


DEFENSA. Ministerio. MD 33-M-02 : Manual de Siglas, Siglas, Símbolos y Convenciones Cartográficas de las Fuerzas Armadas. 1. ed. Brasília, DF, 2008.


JANE´S, Michel. Tecnología de Tanques 1. 1. Ed. Información del grupo de Jane, Reino Unido, 1991.


SHACKLETON, Michael. Trilogía Leopardo 1. 1. Ed. Barbarroja Books, 2003.


DEFENSA Defensa de Pakistán. Disponible en: – <https://defence.pk/pdf/threads/tank-protection-levels.171837/>) Acceso: 02 de julio de 2019


ELBIT. Munición de tanque. Empresa de Material de Defensa. Disponible en: – < https:// http://www.imisystems.com/whatwedocat/firepower-precision/land-firepower precision/tank/#main-form>) Acceso: 2 de julio de 2019


REPORTE Tanque de municiones para armas de Europa. Informe material de defensa. Disponible en: – <https://www.forecastinternational.com/archive/disp_pdf.cfm?DACH_RECNO=843>) Acceso: 02 de julio de 2019


(*) Adriano Santiago García es Capitán de Caballería del Exército Brasileiro, graduado en AMAN promoción 2009, especialista con 10 años de trabajo con CC Leopard 1A1 y 1A5.

Realizó el curso de instrucción Leopard 1A5 y Master Gunner, siendo posteriormente instructor de estos cursos.


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