El gobierno de Perú autorizó al Ministerio de Economía y Finanzas a entregar al Ministerio de Defensa un total de 588.367.514 soles, unos 151 millones de dólares para la construcción de un primer buque de patrulla oceánica (offshore patrol vessel, OPV), dos patrulleras costeras clase Río Pativilca y dos buques logísticos de cabotaje tipo roll-on/roll-off.
OPV
El OPV será el primero de tres planificados (aunque podría alcanzar hasta a cuatro unidades) según el Programa de “Recuperación de la capacidad para realizar operaciones guardacostas de superficie prolongadas en el dominio marítimo y de operaciones de búsqueda y rescate en el área SAR” y para su construcción se asignaron 367.815.052 soles, unos 95 millones de dólares.
Actualmente no se ha seleccionado el modelo a ser construido, habiéndose recibido propuestas de Navantia (con el diseño Avante 1800 y 2200), Naval Group (OPV-90), Damen Group (OPV-2200), Fassmer (OPV-80MK II), Hyundai Heavy Industries (HDP-2200) e Israel Shipyards (SAAR S-80). Cabe destacar que de dichos modelos, Venezuela emplea buques del tipo Navantia Avante 2200 (también del tipo Avante 1400), Argentina del tipo OPV-90 de Naval Group y Chile y Colombia operan del tipo OPV-80 de Fassmer.
El buque deberá ser construido en Perú por el astillero SIMA, perteneciente a la Armada del Perú, con la participación de pequeñas y medianas empresas locales, generando aproximadamente 1800 puestos de trabajo.
La Marina de Guerra del Perú ha requerido que el buque desplace de 1.500 a 2.200 toneladas, tenga una eslora de entre 80 a 100 metros, con una manga de 10 a 14 metros y un puntal superior a los 6,5 metros. Deberá disponer de capacidad para transportar dos contenedores de 20 pies y dos botes tipo RHIB para interdicción, así como cubierta de vuelo y hangar para un helicóptero liviano como los SH-2G Seasprite, AB-212 o AB-412SP que posee la fuerza. La tripulación debe ser de unas 70 personas y está previsto que esté armado con un cañón de 30 mm y dos ametralladoras de 12,7 mm. La propulsión debe ser tipo CODAD (Combined Diesel and Diesel) o CODAG (Combined Diesel and Gas), que le permita alcanzar una velocidad de crucero de 12 nudos y una máxima de 20, con un alcance de hasta 6.000 millas náuticas y pudiendo operar por hasta 30 días.
Patrulleras costeras
En cuanto a las patrulleras, serán las séptima y octava unidades de la clase Río Pativilca, para cuya construcción se asignaron 133.769.740 soles, unos 34,5 millones de dólares. Estas embarcaciones son del diseño PGCP-50 de STX Offshore & Shipbuilding de Corea del Sur, de las que se espera construir un total de 10 en la sede de SIMA en Chimbote, habiendo comenzado el programa en 2013. En 2016 ya se entregaron las primeras dos unidades, BAP Río Pativilca (PM-204) y BAP Río Cañete (PM-205), seguidas en 2017 por las BAP Río Piura (PM-206) y BAP Río Quilca (PM-207), mientras que en 2021 se entregaron las BAP Río Tumbes (PM-208) y BAP Río Locumba (PM-209).
Son buques de 450 a 500 toneladas de desplazamiento, con una eslora de 55,3 metros, una manga de 8,5 metros y un calado de 2,3 metros, propulsadas por dos motores diésel Caterpillar 3516C HD de 3.345 hp que permiten una velocidad máxima de 22 nudos y una autonomía a 14 nudos de 3.600 millas náuticas. La tripulación es de 25 personas y pueden llevar a 14 pasajeros, principalmente un equipo de visita, registro y captura, que puede desplegarse en los dos botes tipo RHIBs que llevan las patrulleras (además llevan un bote semirrígido. Las primeras cuatro están armadas con un montaje Rafael Thypoon de 30 mm y dos Mini-Thypoon de 12,7 mm, mientras que las últimas dos llevan un montaje Escribano Sentinel de 30 mm y dos Guardian de 12,7 mm.
Buques logísticos
El tercer proyecto recibió un presupuesto de 86.782.722 soles, unos 22 millones de dólares y apunta a la construcción de dos buques logísticos costeros de unas 500 a 700 toneladas de desplazamiento, con rampa para tener capacidad roll-on/roll-off (ingreso y egreso de vehículos por sus propios medios) para abastecer a localidades costeras, especialmente ante desastres naturales, para lo cual se está negociando con el astillero colombiano Cotecmar para la posibilidad de construir localmente hasta cuatro unidades del diseño BAL-C que hoy emplean las Armadas de Colombia, Guatemala y Honduras, aunque aún no se ha cerrado un acuerdo.
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