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Por quĂ© los LARC-V siguen siendo enormemente Ăștiles en la Argentina

Foto del escritor: Santiago RivasSantiago Rivas


 

Tras las imågenes de los LARC-V de la Armada Argentina asistiendo a la población ante las trågicas inundaciones en Bahía Blanca, entrevistamos al capitån de navío (R) Armando Vittorangeli para conocer mås sobre la utilidad de estos vehículos y sus capacidades, así como sobre qué futuro pueden tener a mås de 50 años de su incorporación.

 

Por Santiago Rivas

 

Las terribles inundaciones derivadas de la tormenta que cayĂł sobre la ciudad de BahĂ­a Blanca motivaron que una vez mĂĄs, las Fuerzas Armadas salieran a brindar apoyo con sus medios a la poblaciĂłn, en particular utilizando algunos especiales que no son comunes de ver. Nos referimos a los VehĂ­culos Anfibios a Rueda LARC-V de la InfanterĂ­a de Marina de la Armada Argentina.

Hemos podido apreciar en las redes sociales numerosas preguntas o cuestionamientos sobre el estado, antigĂŒedad u obsolescencia de los mismos. Para aclarar estas dudas, PucarĂĄ entrevistĂł a uno de los oficiales de esa fuerza con mĂĄs experiencia en estos vehĂ­culos, el capitĂĄn de navĂ­o Retirado Armando Vittorangeli, quien prestĂł servicio varios años en el BatallĂłn de VehĂ­culos Anfibios y fue el jefe del proyecto que los repotenciĂł.

 



PucarĂĄ Defensa: ÂżCĂłmo fue el nacimiento y evoluciĂłn del LARC-V?

Armando Vittorångeli: El LARC-V (Lighter, Amphibious Resupply, Cargo, 5 ton), es un vehículo anfibio diseñado en los Estados Unidos en la década de los 60 para su ejército y se utilizaron por primera vez en Vietnam para desembarcar abastecimientos de los buques de carga a la playa.

Pesan 9 toneladas en orden de combate y tienen una capacidad de carga de 5 toneladas, su casco es de aluminio, originariamente tenĂ­an un motor Cummins V8-300 de 300 hp y en tierra operan con tracciĂłn en dos o cuatro ruedas y en agua con una hĂ©lice. Particularmente, su capacidad de navegaciĂłn y maniobra en agua es asombrosa, aĂșn con mar gruesa. Se construyeron cerca de 1000 y fueron incorporados por EEUU (EjĂ©rcito y Armada, no el USMC), Australia, España y algunos otros paĂ­ses. En Australia lo utiliza el Ejercito Australiano y la Australian Antartic Division para reabastecimientos en ese continente.

Argentina adquiriĂł 15 en 1972 para la InfanterĂ­a de Marina, a efectos de ser utilizados para tareas de apoyo logĂ­stico a la una Fuerza de Desembarco, como puede verse en las fotos de la operaciĂłn Rosario el 2 de abril del 82 en Malvinas.

Cabe señalarse que no existen otros vehículos con la capacidad técnica de cumplir la función que estos llevan a cabo. El Ejército Argentino adquirió el ACL5, parecidos a los LARC-V y prestan servicios en el Batallón de Ingenieros Anfibios 121 de Santo Tomé.

 



PD: ÂżLos ejemplares de la Armada Argentina, siguen estando originales o fueron actualizados?

AV: Argentina fue el primer país del mundo en modernizarlos a partir del año 2002. EEUU inició la repotenciación de 42 de estos medios para la US Navy en 2006, colocando un motor John Deere de 375 hp y modificando la transmisión de mecånica a hidråulica. El diseño y la fabricación de SLEP (Programa de Extensión de Vida de Servicio) LARC-V se llevó a cabo por Power Dynamics, LLC del Stennis Space Center, Misisipi.

No tengo informaciĂłn sobre si Australia los repotenciĂł.

 

PD: ÂżCĂłmo fue el proceso de repotenciaciĂłn en Argentina?

AV: A fines de los 90 estos vehículos estaban, en su mayoría, fuera de servicio por problemas en las camisas de cilindro de sus motores, que tendían a fisurarse. También presentaban problemas de filtraciones de agua hacia el interior del casco por el retén de salida del eje y fallas crónicas en los embragues del ventilador del sistema de enfriamiento, el cual permitía que éste se accione cuando se pasaba de modo agua a modo tierra y en los sistemas de punta de eje y dirección, que motivaban oscilaciones en el tren delantero y la contaminación del cubo de ruedas con agua.

En el año 1998 se llevó a cabo en el Batallón de Vehículos Anfibios un estudio para determinar si podían ser recuperados o debían ser sacados de servicio y en caso de ser recuperables, se debía incrementar la confiabilidad y mejorar la mantenibilidad, llevando sus sistemas al eståndar original, como mínimo, solucionando problemas crónicos, creando un sistema de provisión de repuestos nacionales y disminuyendo los costos de operación y mantenimiento.

A ese efecto, se llevĂł a cabo un anĂĄlisis para determinar quĂ© motores existentes en el mercado eran factibles de ser utilizados y con los seleccionados se llevĂł a cabo un estudio de aplicaciĂłn. Del mismo surgiĂł tĂ©cnicamente que el Ășnico motor factible de ser utilizado era el motor Cat 3208 de 340 HP y que el resto de los sistemas podĂ­an ser recuperados en el Arsenal Naval con participaciĂłn de la industria privada para construir los retenes de cubo de ruedas, los ferodos de los embragues de ventilador y reconstruir los extremos de direcciĂłn, entre otras partes. Cabe señalarse que hasta ese momento no habĂ­a antecedentes de este tipo de trabajos en el mundo, que su fabricaciĂłn estaba discontinuada y que no existĂ­a otro medio que pudiese reemplazarlo y, por otra parte, los costos de recuperaciĂłn eran muy bajos respecto al costo original de adquisiciĂłn.

En el 2000 se dio inicio al proyecto, pero por la desprogramaciĂłn de los motores 3208 por parte del fabricante, hubo que llevar a cabo un nuevo estudio de aplicaciĂłn para determinar la factibilidad de pasar al motor 3126 marino, de 420 HP y 6 cilindros en lĂ­nea, resultando el mismo positivo. Esto eliminĂł las obsolescencias del vehĂ­culo.



Como parte de los trabajos en el vehĂ­culo se dio soluciĂłn a las fallas crĂłnicas a travĂ©s del rediseño de los originales o de ingenierĂ­a inversa para reconstruir los mismos. Como resultado, todos los repuestos necesarios para mantenimiento preventivo y correctivo se fabricaban en nuestro paĂ­s, excepto el motor que se producĂ­a en el exterior, pero se comercializa normalmente en Argentina, razĂłn por la cual la Armada se independizaba de proveedores externos. Lo Ășnico que debĂ­a ser adquirido en el exterior eran las cubiertas, que no existen en el mercado local.

Solo se repotenciaron 10 por el costo adicional que implicaba cambiar parte del casco en la zona inferior de la popa por las fisuras que presentaban en la tobera de la hélice y por ser la cantidad requerida para el nuevo diseño de la Fuerza Anfibia.

Los trabajos fueron llevados a cabo en el Arsenal Naval Puerto Belgrano, Departamento VehĂ­culos de InfanterĂ­a de Marina y la colocaciĂłn del motor en el representante que Caterpillar tenĂ­a en Mar del Plata en ese momento.

Luego de estos trabajos, los vehículos quedaron en condiciones operativas óptimas y con la confiablidad requerida.  

Los motores 3226, de gestiĂłn mecĂĄnica, fueron modificados a gestiĂłn electrĂłnica para cumplir las normas de control de emisiones con el nombre de C7, pero la base sigue siendo la misma y la mayorĂ­a de las partes son las mismas. Cuando la infanterĂ­a de Marina repotenciĂł los VehĂ­culos Anfibios a Oruga LVTP-7, utilizĂł los Cat C7 para reemplazar los viejos GM 8V53T, logrando la unificaciĂłn logĂ­stica de los repuestos relacionados con el motor, lo cual simplifica el mantenimiento.

 



PD: ÂżDĂłnde han sido utilizados los LARC-V de la InfanterĂ­a de Marina en la Argentina?

AV: AdemĂĄs de llevar a cabo tareas logĂ­sticas en operaciones anfibias, como en el desembarco en Malvinas y ejercitaciones y descarga de abastecimientos en campañas antĂĄrticas, han sido utilizados en diversas tareas de apoyo a la comunidad, como por ejemplo en las inundaciones en Puan y Carlos Casares en 2001, traslado de arqueĂłlogos al yacimiento Baliza Punta Tejada en Pehuen Co, tareas de apoyo al control del derrame de petrĂłleo en Punta CigĂŒeña en 1991 y otros tantos mĂĄs.

 

PD: ¿Qué perspectivas aprecia que tienen estos medios en el futuro?

AV: Son medios muy versĂĄtiles y Ăștiles en todo tipo de situaciones complejas que impliquen operar en ĂĄreas de playa o inundadas. El proceso de repotenciaciĂłn al que fueron sometidos asegura muchos años de vida Ăștil, porque los motores C7 siguen en producciĂłn y los repuestos se obtienen en el paĂ­s. Si se asignan los recursos correspondientes para mantenimiento y adiestramiento, tendremos VAR para varios años mĂĄs. 

 

 

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