El pasado 20 de noviembre se realizó en la Base Vicecomodoro Marambio en la Antártida Argentina el recambio de la dotación que, por un año, estará encargada de llevar adelante la operación de la base. La operación, coordinada por el Comando Conjunto Antártico del Estado Mayor Conjunto, es uno de los primeros pasos en la Campaña de Verano 2024-2025, que ya se ha iniciado y que tendrá como puntos álgidos los meses de diciembre hasta marzo próximos, con la participación de aeronaves y buques de las Fuerzas Armadas argentinas.
Así, la dotación Nº55, que se había hecho cargo de la base el 3 de diciembre de 2023, hizo entrega de las instalaciones al equipo de 39 personas lideradas por el vicecomodoro Manuel Castaño como jefe y la teniente de navío Lorena González como segundo jefe, los cuales permanecerán hasta fines de 2025 y conforman la dotación Nº56. Este contingente, además de los jefes, está conformado por 18 miembros de la Fuerza Aérea, diez del Ejército y nueve de la Armada.
La Base Marambio es actualmente la puerta de entrada de la Antártida Argentina, ya que es la única base a la que se opera con aviones desde el continente americano, lo cual cambiará en breve cuando empiece a operarse regularmente la pista de la Base Petrel.
El vuelo para trasladar la nueva dotación comenzó en la tarde del martes 19 de noviembre en la I Brigada Aérea de El Palomar, Buenos Aires, en donde el personal abordó el Lockheed KC-130H Hercules matriculado TC-69 del Grupo 1 de Transporte Aéreo de la Fuerza Aérea Argentina para cumplir la primera etapa de traslado hasta la X Brigada Aérea en Río Gallegos. Allí se esperó durante el día 20 a que las condiciones meteorológicas permitan realizar el cruce, ya que durante gran parte del día hubo un fuerte viento cruzado en la pista de Marambio que estaba fuera de normas para la operación del Hercules, mientras que se corría el riesgo de que la nubosidad aumente e impida ver la pista.
Finalmente, a las 17 horas el Hercules despegó de Río Gallegos, para aterrizar a las 20:30 en la pista de Marambio, con un fuerte viento cruzado pero que se mantenía dentro de los parámetros de seguridad. Gracias al verano polar, a esa hora aún no se había puesto el sol, por lo que la visibilidad era buena.
Una vez arribados se hizo la ceremonia de cambio de dotaciones, mientras que los jefes salientes de cada área se reunieron con su reemplazo para ponerlos al tanto de todo lo relevante para el mantenimiento de la base.
Tras dos horas de intercambios de información, a las 22:30 el Hercules inició el retorno a Río Gallegos llevando la dotación saliente.
La nueva dotación tendrá ahora una enorme tarea por delante, especialmente durante la campaña de verano, en donde la cantidad de personas en la base puede alcanzar a las 300 personas, lo cual implica un enorme desafío dado el reducido espacio y las necesidades que tiene una cantidad tan grande de gente. Luego de terminada la campaña de verano se encargarán de operar la base durante todo el invierno polar, soportando las duras condiciones climáticas.
Durante la visita hicimos un recorrido por las instalaciones de la base, comenzando por el hangar en donde se alojan los dos Bell 212 de la VII Brigada Aérea de la Fuerza Aérea Argentina, los cuales permanecen todo el año en la base para unir a Marambio con las demás bases antárticas argentinas, tanto para misiones de transporte y abastecimiento como en alerta para realizar misiones de rescate. El personal de la VII Brigada Aérea, que incluye no solo a las tripulaciones y mecánicos de los helicópteros, sino a los pararrescates del Grupo de Operaciones Especiales, no forma parte de la dotación que mantiene la base, aunque tienen una presencia permanente en la misma, rotando habitualmente cada tres meses.
Una presencia interesante en la base fueron dos de Havilland Canada DHC-6-300 Twin Otters de la empresa canadiense Ken Borek Air que se encontraban de visita en la base luego de arribar desde Canadá en un largo vuelo con escalas en Texas, Panamá, Ecuador y Chile, transportando científicos para hacer estudios en la Antártida. Si bien los aviones son de la serie -300 estaban equipados con las narices cortas de la serie -100. La empresa también suele operar en la Antártida con sus Basler BT-67.