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ĀæQuiĆ©n va ganando la guerra? ĀæRusia o Ucrania?

Ignacio Montes de Oca


Por Ignacio Montes de Oca

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Se debate si Rusia va ganando o perdiendo en la invasiĆ³n a Ucrania. Para salirse de las discusiones emocionales vamos a ir a las matemĆ”ticas y la lĆ³gica para hacer un diagnĆ³stico y de paso responder preguntas como ĀæEsta cerca la paz? ĀæCuĆ”ndo termina la guerra?


Lo primero que hay que establecer es el objetivo de Putin, porque de Ć©l depende saber si logrĆ³ sus objetivos y, por ende, si estĆ” ganando, y su derivada, si va a frenarse por un acuerdo de cese el fuego. Y ya tenemos una definiciĆ³n, porque un cese del fuego no equivale a lograr la paz. Si persisten las razones del conflicto y hay un Ć”nimo de parte de Rusia de lograr mĆ”s conquistas territoriales y de Ucrania de recuperar su suelo, es evidente que el conflicto no estĆ” resuelto y que solo se acordarĆ” una pausa. En 2014, tambiĆ©n se acordĆ³ un cese el fuego. El 24 de febrero de 2022 Putin lanzĆ³ un ataque en varios frentes simultĆ”neos con una columna principal dirigida a Kiev con el objetivo de tomar Ucrania. Puede discutirse por siglos si fue una finta, pero en la realidad Rusia intentĆ³ hacerse con el paĆ­s entero.



Arranquemos con las matemĆ”ticas de la guerra. En el momento de auge, Rusia logrĆ³ conquistar el 27% de los 603.218 Km2. En total, las zonas en disputa o tierras que no estaban bajo el control de ninguna de las partes alcanzaban a un 33% del territorio ucraniano. Ahora bien, como producto de la primera invasiĆ³n, la del 2014, Rusia ya controlaba el 7% de Ucrania. Es una superficie equivalente a 42.000 Km2 que se corresponden con los 27.000 Km2 de Crimea y las zonas ocupadas de los oblast de Donetsk y Luhansk.

Putin llegĆ³ a ocupar 119.000 Km2 desde febrero de 2022, un 20% adicional, lo que sumado a las conquistas del 2014 le dieron el control sobre 161.000 Km2. Tenemos un 27%, pero a partir de entonces Ucrania comenzĆ³ a preparar una contraofensiva que se materializĆ³ en agosto de 2022. Desde esa fecha, Ucrania logrĆ³ desalojar a los rusos de un total de 74.443 Km2 y los derrotĆ³ en Jerson y Kharkhiv, las dos capitales de oblast mĆ”s importantes en disputa. Este dato es importante, porque la Ćŗltima vez que Putin tomĆ³ una cabecera de oblast fue en 2014.



En consecuencia, la superficie ucraniana invadida por Rusia se redujo a un 18% y hoy estĆ” en un 18,21%, que equivalen a 109.860 Km2. Es decir que sigue siendo menor a la que tomĆ³ en 2022. AquĆ­ o en la superficie de Marte 27% es un nĆŗmero mayor que 18,21%.

Visto de otro modo, desde el 24 de febrero de 2022 Rusia se consolidĆ³ en un 11,21% adicional del territorio ucraniano, pero perdiĆ³ el control sobre el 8,79%. Este dato es crucial para el balance de costos, que vamos a ver luego. Vamos al objetivo de Putin.

El 30 de septiembre de 2022 Putin se anexĆ³ los territorios de los oblast ucranianos de Donetsk, Luhansk, Zaporiyhia y Jerson, ademĆ”s de algunas zonas de los de Khakrhiv y Nicolaiev. La Rada aprobĆ³ por ley la anexiĆ³n por lo que administrativamente los considera suelo ruso. Este es un dato central porque legalmente Putin, o quien sea su sucesor una vez que la parca se lo lleve al asador, estĆ”n obligados a ejercer la autoridad sobre esos territorios y salvo ley que anule esa obligaciĆ³n, debe seguir con la invasiĆ³n hasta alcanzar el objetivo. Nota aparte, en las negociaciones que lleva adelante Trump se le pide a Ucrania que anule las disposiciones constitucionales y que realice elecciones, aunque estĆ©n prohibidas por la Ley Marcial. A Putin no se le pide que anule la ley de anexiĆ³n.



Esta observaciĆ³n es muy importante porque implica que Rusia seguirĆ” la guerra. Por ley, tiene que tomar la totalidad de los 4 oblast anexados que suman un total de 108.566 Km2, que aƱadidos a los 27.000 Km2 de Crimea, suman una pretensiĆ³n mĆ­nima de 135.566 Km2. Rusia controla aproximadamente el 99% de Luhansk, el 75% de Donetsk, el 72% de Zaporiyhia y un 62% de Jerson, ademĆ”s de disputar una pequeƱa porciĆ³n de Kharkhiv menor al 5% del oblast. Es decir que nunca completĆ³ su objetivo de sumar la totalidad de lo anexado. Si se recuerda la cifra de lo ocupado desde 2022 a hoy, 109.860 Km2, notarĆ”n que existe una diferencia entre el objetivo legal planteado con la ley de anexiĆ³n que obliga a pensar que Putin no va a renunciar, al menos, a terminar de tomar esos territorios. Es decir que el objetivo de mĆ­nima de Putin es completar al menos los 25,706 Km2 que le resta de los cuatro oblast anexados y alguna parte de Kharkhiv, ademĆ”s de recuperar los 400 Km2 de territorio que ocupa Ucrania en Kursk. En consecuencia, Putin no quiere paz en lo inmediato.



Pero como todavĆ­a existen expertos con alergia a las matemĆ”ticas, vamos a insistir con ellas para profundizar en la otra cuestiĆ³n, la de la velocidad del avance ruso. Ya sabemos que la guerra va a seguir, porque ademĆ”s Ucrania no renuncia a su derecho soberano. El siguiente ejercicio es saber que tan eficaz es cada uno de los bandos para lograr su objetivo. Sabemos a cuanto aspiraba Rusia, cuĆ”nto tomĆ³ y desde el lado opuesto, cuĆ”nto liberĆ³ Ucrania de su territorio. Vamos a las velocidades de avance ruso en el Ćŗltimo aƱo. De acuerdo con el monitoreo de @War_mapper, Rusia tomĆ³ 427,47 Km2 de Ucrania en enero, 408 Km2 en diciembre y 701,15 Km2 en noviembre, su mes de mayor avance. En 12 meses, avanzĆ³ sobre un total de 3.600 Km2. Considerando la superficie de Ucrania, es el 0,59% de su territorio.



Ucrania llegĆ³ a ocupar unos 1.200 Km2 de territorio ruso en Kursk, pero hoy redujo ese control a menos de 400 Km2. De todos modos, mĆ”s allĆ” de su impacto polĆ­tico, no cambia en mucho el balance territorial. Lo dejaremos aparte para no confundir las cuentas. En el grĆ”fico se observa la progresiĆ³n de la ocupaciĆ³n rusa desde febrero de 2022. El cambio desde agosto de ese aƱo es casi imperceptible. Ucrania viene resistiendo. Si hay un avance arrollador ruso y una resistencia quebrada de Ucrania, no se ve reflejada.



La cuenta es sencilla, si en un aƱo Rusia avanzĆ³ 3.600 Km2, la velocidad de progresiĆ³n de su invasiĆ³n es de 300 Km2 mensuales. O es menor porque ahora Ucrania liberĆ³ zonas de Pokrovsk y Kupiansk que le restan al promedio ruso. Hagamos otras cuentas. A esa velocidad de 300 Km2 mensuales, el completar los 25.706 Km2 que le restan de los oblast anexados le tomarĆ­a a Rusia mĆ”s de 7 aƱos de guerra. Ahora sabemos que Putin va a seguir la guerra, que Ucrania no se va a rendir y la duraciĆ³n mĆ­nima hipotĆ©tica de la invasiĆ³n. Pero, como conocemos que el objetivo de Putin mĆ”s allĆ” de lo militar es controlar a Ucrania o anexarla por completo, tenemos que suponer que sus planes contemplan algo mĆ”s que tomar cuatro oblast anexados y su ofensiva en Kharkhiv lo corrobora. Dado que en los hechos queda demostrado que tomar por la fuerza militar la totalidad de los 603.218 Km2 de Ucrania es un imposible, es previsible que Putin busque mĆ©todos indirectos como la desestabilizaciĆ³n por medios hĆ­bridos o usando la gestiĆ³n de socios extranjeros.

De este modo es posible entender la ofensiva para sacar a Zelensky de la presidencia y la insistencia por medio de terceros para embarrar el ambiente polƭtico interno de Ucrania. A su vez, esa maniobra apunta a debilitar el frente militar adversario. No podemos especular cuƔnto tiempo le demandarƭa a Ucrania recuperar sus territorios, eso depende de un colapso ruso o de una retirada ocasionada por factores que no estƔn a la vista, como, por ejemplo, una o mƔs contraofensivas tan eficaces como la de 2022.

Vamos a los costos que pagĆ³ Rusia por su invasiĆ³n, porque al saberlos tendremos una medida de su capacidad para sostener la invasiĆ³n o, en caso de tregua, para darnos una idea del tiempo que le demandarĆ­a organizar otra agresiĆ³n como la del 2014 y 2022. Tenemos varios datos para analizar. Sabemos que en 2022 Rusia contaba con unos 3.600 tanques en funcionamiento, es decir, activos, y sin contar con los que juntaban Ć³xido en los depĆ³sitos heredados de la UniĆ³n SoviĆ©tica. TambiĆ©n, que usĆ³ 1.600 para la invasiĆ³n de 2022.



Si vamos a las cifras de bajas verificadas de Oryx, podemos establecer que Rusia perdiĆ³ hasta ahora 3.786 tanques, 186 mĆ”s que el total de los que tenĆ­a en 2022. Y queda un margen de bajas que no pudieron ser verificadas visualmente. Es la base mĆ­nima del costo solo en tanques. Si se suman los blindados de combate, Rusia lleva perdidos mĆ”s del doble de los blindados usados en la invasiĆ³n del 2022. Si en esa ocasiĆ³n no tomĆ³ Kiev y considerando el refuerzo en las filas ucranianas, ese objetivo quedĆ³ ahora fuera del alcance militar de Putin.

En el costo ruso hay otros 11.951 vehĆ­culos de combate o transporte de infanterĆ­a dados de baja. Si Rusia produce como mĆ”ximo 200 tanques nuevos por aƱo y recupera otros 900 de modelos soviĆ©ticos como mĆ”ximo, su tasa de reposiciĆ³n estĆ” por debajo de la de bajas. En vehĆ­culos de combate de infanterĆ­a como el BMP-3, la producciĆ³n anual es de 463 unidades y del BTR-82 es de 400 unidades incluyendo la modernizaciĆ³n de modelos antiguos. Veamos entonces que sucede con los equipos de la era soviĆ©tica que se estĆ”n reciclando.

Las imĆ”genes satelitales de los depĆ³sitos, de acuerdo con una investigaciĆ³n de The Insider, muestran que Putin solo tiene un remanente del 41% al 52% de las existencias y muchos de esos vehĆ­culos fueron descartados por estar en un estado de deterioro irrecuperable.

Su capacidad de reciclaje se sitĆŗa en los 2.000 tanques, 2.000 vehĆ­culos de combate de infanterĆ­a y 3.000 de trasporte de personal de modelo obsoletos soviĆ©ticos. Con estas cifras y las de producciĆ³n mĆ”s la tasa de bajas, tenemos un estimado de tiempo para mantener la ofensiva.



Hagamos un cĆ”lculo sencillo: en 37 meses de guerra rusia perdiĆ³ 3.786 tanques, mĆ”s de cien por mensuales, pero produce 16 por mes y recicla 75 de modelos viejos. La resultante es un envejecimiento promedio del material y un faltante progresivo de materia militar en el frente. Solo para dar una idea de lo perdido por Rusia: Alemania tiene 521 tanques y Polonia, espera juntar 2.200 en breve. Europa entera suma 4.400 tanques. A este ritmo, Rusia alcanzarĆ” una cantidad similar de pĆ©rdidas en 2025. Y los tanques europeos, seguirĆ”n intactos.


BasĆ”ndonos en cifras de Oryx, Rusia perdiĆ³ al menos 20.577 piezas de material contando vehĆ­culos terrestres, aĆ©reos y navales. En ese listado, hay al menos 3.887 vehĆ­culos de transporte. La falta de fuerzas acorazadas y logĆ­sticas suficientes, explican el ritmo de avance. TambiĆ©n, el aumento progresivo de las bajas humanas. Mediazona, sobre la base de verificaciones indirectas como sucesiones y obituarios, estima que Rusia perdiĆ³ al menos 20.000 soldados en 2022, 50.000 en 2023 y 100.000 en 2024. Se trata de datos verificados, no totales.


Considerando que por cada soldado muerto habrĆ­a una cifra similar de desaparecidos en combate y mercenarios o extranjeros caĆ­dos, esa cantidad podrĆ­a ser, al menos, un 50% por debajo de la real. Y luego hay que suponer 3 heridos por cada muerto y un total de 700.000 bajas.

Esa estimaciĆ³n coincide con un promedio de un millar diario de bajas en combate, o mĆ”s en algunos dĆ­as de enero y con el ritmo de enrolamiento en Rusia de 35.000 ciudadanos mensuales. A su vez, es coherente con la apariciĆ³n de soldados norcoreanos y de otras nacionalidades. Esto conduce a un faltante de hombres, que es fĆ”cil de verificar por el aumento en la recompensa que ofrece el estado ruso por enrolarse. Putin la doblĆ³ de 195.000 a 400.000 rublos. Y le sumĆ³ beneficios como la condonaciĆ³n de deudas crediticias por hasta 100.000 dĆ³lares.



En sĆ­ntesis, Rusia podrĆ­a estar acelerando sus pĆ©rdidas en hombres como consecuencia de la falta de protecciĆ³n como consecuencia del deterioro en el parque de blindados y otros transportes adecuados para protegerlos en el frente y la retaguardia. Las matemĆ”ticas y el dato fundado permiten entonces explicar fenĆ³menos tales como el uso creciente de autos civiles por parte de los rusos en el frente o el avistaje de tropas rusas usando carros de golf, motos, burros, caballos y camellos, en ese orden de apariciĆ³n.



En sĆ­ntesis, Rusia podrĆ­a estar acelerando sus pĆ©rdidas en hombres como consecuencia de la falta de protecciĆ³n y del deterioro en su parque de blindados y otros transportes adecuados lo que conduce a la incapacidad para protegerlos en el frente y la retaguardia. Todos estos nĆŗmeros indican que Rusia sigue alimentando su maquinaria de guerra con hombres en donde ya no cuenta con material moderno para suplirlos. AquĆ­ es donde hay que agregar un dato polĆ­tico: Putin ya aclarĆ³ que no frenarĆ” su ofensiva incluso durante una negociaciĆ³n.

Zelensky tambiĆ©n explicĆ³ porque no acatarĆ” un pedido de tregua terrestre y que solo pide un respiro en los ataques aĆ©reos y navales. Como se ve, los reclamos pacifistas no tienen correspondencia con lo que sucede con los contendientes. Esto nos lleva al capĆ­tulo final.

Tenemos claro que Rusia se obliga a seguir la guerra para completar al menos el objetivo de controlar lo anexado y quizƔs el mayor, que es tomar el control de Ucrania. Los ucranianos ya rechazaron la idea de renunciar a la parte de su patria bajo control ruso.



Con estos datos, sabemos que la paz de momento no es posible porque los planes de unos y otros confrontan y que una tregua solo servirĆ” para que los adversarios renueven sus arsenales. El pacifismo, pareciera ser poco realista y a lo sumo utilitario al rearme. Rusia debe reorganizar sus fuerzas para completar la tarea pendiente. Con los nĆŗmeros de la invasiĆ³n del 2022, sabemos que le demandarĆ” por lo menos 3 aƱos equiparar una fuerza semejante, pero que deberĆ” tomarse un tiempo mĆ”s para superar a la actual fuerza ucraniana.



Ucrania comenzĆ³ la guerra con 260.000 soldados, 988 tanques y una obsolescencia tecnolĆ³gica notable. Hoy suma 900.000 hombres, 1.700 tanques, una enorme fuerza de drones y misiles y a una formidable experiencia y mejora militar. El freno a Rusia lo corrobora. Putin tiene que amasar una nueva fuerza para romper esa tasa de 300 Km2 mensuales de avance que estĆ”n teniendo un costo prohibitivo. Pero debe tener en cuenta que ya no puede tomar por sorpresa a Ucrania ni abusar de su superioridad militar.

Para recomponer sus fuerzas necesita que se relajen las sanciones contra Rusia para disminuir la brecha de la obsolescencia militar que se traduce en bajas humanas rusas. Tiene sentido entonces el pedido de partidarios como JD Vance y los jerarcas del AFD para levantarlas. El tiempo de pausa tambiƩn corre a favor de Ucrania y aun mƔs si el temor a un rearme europeo se canaliza en un apoyo sostenido a ese paƭs dotƔndolo de mƔs medios. Frenar a Putin en Ucrania sigue siendo mƔs razonable que hacerlo en otros sitios de Europa.

El apoyo de EEUU representa el 20% de los recursos ucranianos. El 30% proviene de Europa y el resto es provisto por la industria de defensa ucraniana apoyada por los europeos. El aporte norteamericano provee de las armas mƔs efectivas, pero no es definitorio. Es importante aclarar ese punto porque incluso luego del corte de la asistencia ordenada por Trump, Ucrania cuenta con un 80% de los recursos para seguir resistiendo y las estimaciones mƔs pesimistas indican que tiene reservas para al menos cuatro meses de combate.

Ahora Europa redoblĆ³ su apoyo a Ucrania, por lo que el factor de presiĆ³n estadounidense para obligar a Kiev a una tregua tiende a diluirse y se acentĆŗan ante la evidencia de que tampoco Rusia se encuentra en condiciones para explotar es ventaja que le concede Trump. Y tanto sea porque Putin se decida a continuar su tarea de conquista o que Ucrania sostenga la presiĆ³n con la premisa de generar mĆ”s desgaste en Rusia para generar otra contraofensiva, la idea de paz suena por ahora como una entelequia. Un cese el fuego, serĆ­a apenas una pausa.



Incluso si se firmara una tregua, vale recordar que Putin accediĆ³ a un cese el fuego en febrero de 2015 y volviĆ³ a atacar a Ucrania en junio de ese aƱo en todo el DonbĆ”s. Todos saben que una tregua con Putin como contraparte tiene menos probabilidad de sobrevivir que la madre de Bambi.

Volviendo a la tarea pendiente en ambos lados, se cae la idea de una tregua y la ilusiĆ³n de una paz que solo podrĆ­a lograrse si uno de los dos bandos se impone al otro. Es por eso que los esfuerzos de Trump estĆ”n siendo discutidos por ambos lados del campo de batalla. Queda claro que resolver el conflicto que originĆ³ la guerra es el Ćŗnico camino para lograr la paz y que, en todo caso, el rol de los EEUU consiste en inclinar la balanza para uno de los lados. Una espera solo recargarĆ” los arsenales y serĆ” el preludio de nuevas batallas.

Con los nĆŗmeros a la vista, esa resoluciĆ³n pasa por el simple hecho de que uno de los dos cumpla con su objetivo. Putin y Zelensky ya fijaron los suyos y si EEUU no va a poner el cuerpo para saldar la disputa, apenas lograrĆ” una pausa tan Ćŗtil como la que se logrĆ³ en Minsk en 2014.



Con la ayuda de las matemƔticas y un poco de datos es posible refutar al supuesto pacifismo que ignora y tiene pereza de buscar los datos que indican que hablar de paz es como repetir sonseras del tamaƱo de los 350.000 millones de ayuda de EEUU a Ucrania. A quien mƔs le conviene la idea de tregua es a Putin, por el progresivo agotamiento de su arsenal y la necesidad de un respiro para rehacer sus fuerzas. Y si no lo logra, precisa que Ucrania cargue con la culpa de no lograrla y pague con un embargo de armas de EEUU.

Esa fĆ³rmula polĆ­tica es la que cierra ese artĆ­culo y explica lo que parecen boberĆ­as estratĆ©gicas tomadas por la administraciĆ³n Trump, que sigue ajustĆ”ndole el cinturĆ³n a Ucrania mientras aplica amenazas a Rusia y la castiga con latigazos de pĆ©talos de rosas.

Queda pendiente la pregunta ĀæQuiĆ©n va ganando la guerra? La respuesta la estĆ”n tramitando los que estĆ”n en el frente. Rusia fallĆ³ en su objetivo de someter a Ucrania, pero tomĆ³ otro 11,21% de su territorio. Ucrania sigue siendo libre, pero aĆŗn no puede desalojar del todo a Rusia. A Putin le restan tomar 493.768 Km3 de Ucrania para cantar victoria. O los 25.706 Km2 de las zonas anexadas. Avanzar un 0,59% en un aƱo indica que estĆ” lejos de encontrar el modo. Ucrania cede, pero no se ha desmoronado como presagiaban sus enemigos en Rusia y en las redes. Por ahora no hay ganadores. Rusia insiste, Ucrania resiste. Y no tiene sentido decir que Rusia es una inevitable ganadora. No hay inevitables, como bien quedĆ³ demostrado desde febrero de 2022 cuando muchos decĆ­an que en la Biblia de los realistas siempre Goliat venciĆ³ a David.

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