En esta entrevista exclusiva, Santiago Lucero Torres, presidente del Foro Argentino de Defensa, aborda temas cruciales como la necesidad de fortalecer la industria de defensa, las oportunidades estratégicas de Argentina en el contexto internacional, la importancia de una postura firme frente a la corrupción política y judicial, y su visión sobre la recuperación de las Islas Malvinas, donde destaca el papel clave de la diplomacia y el apoyo militar.
Por Santiago Rivas
El Foro Argentino de Defensa se ha convertido en la principal usina de pensamiento y debate sobre cuestiones de defensa de la Argentina, reuniendo a una gran cantidad de militares retirados y civiles comprometidos con la defensa, por lo que nos interesó conocer la opinión de su presidente, Santiago Lucero Torres, sobre la gestión que el actual gobierno argentino está haciendo de la defensa y cuáles son las principales problemáticas que se deben enfrentar.
Pucará Defensa: Gracias por recibirnos y felicitaciones porque acaba de ser reelegido como presidente del FAD por un nuevo periodo.
Santiago Lucero Torres: Gracias a ustedes por la oportunidad de este intercambio. Es un honor liderar el Comité Ejecutivo del FAD, una organización que sigue creciendo, con más de 50 mil suscriptores a nuestros diversos programas. Esto nos impulsa a continuar explorando temas y formatos que nos permitan cumplir nuestros objetivos y fortalecer la Defensa Nacional.
Pucará Defensa: ¿Cuál es su evaluación sobre la gestión del ministro de Defensa, Luis Petri?
SLT: Hasta el momento, la gestión del ministro Petri se destaca por su actitud y disposición. Ha mostrado un compromiso genuino para acercar a nuestras Fuerzas Armadas con la ciudadanía, algo fundamental en un país donde por lo general se desconoce el rol esencial de los militares. Petri comprende que la Defensa no es solo una cuestión de seguridad nacional, sino también de identidad y soberanía y se esfuerza para transmitir esta visión a la política y a la sociedad en general, lo que es muy importante. Ha sabido convocar a militares retirados de gran prestigio a su equipo y a profesionales de primer nivel. Pero también hay que decir que su gestión está muy limitada por problemas estructurales que fueron provocados e ignorados durante décadas por la clase política. La situación salarial de nuestros militares es un claro ejemplo. Nuestros militares, hombres y mujeres, arriesgan sus vidas todos los días en condiciones económicas que no permiten llevar una vida digna y este problema va más allá de la buena voluntad de ministro. Es un disparate, más allá de la buena intención, que estemos hablando de recomposiciones atadas a paritarias de UPCN. Estamos hablando de la Defensa Nacional, pero seguimos sin salir de la lógica perversa de salarios 20% por debajo de la Policía. Entiendo que es fácil decirlo, pero al menos es un comienzo, nuestros militares deberían cobrar exactamente el doble de lo que hoy están cobrando. Todo lo demás son espejitos de colores.
Pucará Defensa: Además de lo salarial, para los militares, especialmente los jóvenes, el horizonte de su carrera es esencial. ¿Cómo ve que habría que trabajar en ese sentido?
SLT: El militar, además de tener un salario digno, debe tener un horizonte de carrera y eso, especialmente en los más jóvenes, implica operar y salir al terreno. Ese es el sustento de su vocación, uno de los motivos por los que decidió seguir la carrera y para lo que se fue preparando a lo largo de toda su vida. Para esto es fundamental aumentar el presupuesto, no solo en reequipamiento, sino también para aumentar la capacidad operativa.
Pucará Defensa: Mencionó problemas estructurales. ¿Podría profundizar sobre cuáles son esos desafíos que enfrenta la defensa nacional, especialmente en un área que usted conoce bien como Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa?
SLT: Claro, el área de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa es un campo lleno de oportunidades para nuestro país. Tenemos un potencial enorme para generar miles de millones de dólares al año en este sector. Contamos con un capital humano de primer nivel, en condiciones de desarrollar tecnología de punta de uso militar o dual y no solo para uso interno, sobre todo para exportación. En las fábricas y empresas militares más importantes de Europa y Medio Oriente, detecté un común denominador, en la gran mayoría me encontré con profesionales argentinos, formados en nuestro país y en los cargos de dirección más importantes. Esta fuga de talentos en la Ciencia e Industria de la Defensa es un costo de oportunidad enorme que tenemos que frenar urgente. La sociedad en general desconoce estos temas y por eso es importante repetir que la gestión de la Defensa, en general, y las respectivas comisiones del Senado y Diputados, gobierno tras gobierno, dejan muchísimo que desear. Le doy un ejemplo, el kirchnerismo introdujo el FONDEF, una de las pocas contribuciones significativas a la Defensa Nacional en los últimos 40 años. Sin embargo, después de cinco años, aún falta su reglamentación efectiva. Necesitamos que la dirigencia política asuma su responsabilidad y haga lo que tiene que hacer, en lugar de perpetuar el desarme estructural con excusas tan ridículas como el veto británico.
Pucará Defensa: Pero el veto británico es una realidad que ellos mismos ahora reconocen…
SLT: Por supuesto que es una realidad, al igual que el hecho de que al Reino Unido le conviene que nuestro país sea un caos político, endeudado y con falsos reclamos de mapuches truchos en la Patagonia. Lo que no debemos permitir, es que un usurpador nos impida adquirir el material que necesitamos. No podemos seguir aceptando que, por la participación de una lancha británica en un ejercicio internacional, decidamos no participar y no adiestrarnos con otros países. Esta ha sido la excusa perfecta de los políticos en Defensa para no pelear por un presupuesto adecuado, para no obtener lo que necesitamos y para no defender a nuestras Fuerzas Armadas. Mire como avanzó el ministro Petri con la adquisición de los F-16. No lo pudo parar nadie. Eso es lo que necesitamos, trabajar sin excusas.
Pucará Defensa: A propósito de esto último, me gustaría tocar un tema que siempre está presente en la agenda nacional: Malvinas. ¿Cree usted que existen posibilidades reales de recuperar algún día las islas? ¿Cómo influye la situación actual de nuestra Defensa?
SLT: Malvinas es una cuestión central para la soberanía argentina. Es tragicómico, pero también muy descriptivo de la miopía de nuestros políticos, escucharlos decir que Argentina no tiene hipótesis de conflicto, mientras una parte enorme y riquísima de nuestro territorio continúa ocupada por el Reino Unido. No tengo dudas de que las posibilidades de recuperar las islas están directamente vinculadas a nuestra capacidad de defensa, a nuestra estrategia diplomática y a la percepción que el Reino Unido tenga sobre nuestras capacidades. Por ejemplo, hoy la guarnición británica en Malvinas se sostiene a un costo que rondaría los 70 millones de libras al año. Pero entre 1983 y 1986, el gobierno británico destinó 1.630 millones de libras para mantener la guarnición de las islas. En aquellos años, a pesar de haber perdido la guerra, representábamos una amenaza mayor que hoy. Contábamos con fábricas militares que fabricaban, proyectos ambiciosos en CITEFA, experiencia en combate, lecciones aprendidas y mucha materia gris, entre otras cosas. Si hubiésemos mantenido nuestra capacidad como amenaza, el Reino Unido hubiese tenido que mantener un nivel de gasto similar al de 1986, lo que hubiera significado un desembolso, al día de hoy, del orden de los 80 mil millones de dólares para sostener la ocupación. Esto muestra la importancia de contar con una capacidad de disuasión creíble.
Pucará Defensa: ¿Usted se refiere a una solución militar del conflicto?
SLT: La solución siempre estará vinculada a lo militar, y eso no significa necesariamente que se dispare un solo tiro. Imaginemos por un momento que decidimos incorporar un Batallón de Infantería de Marina completo, más una compañía de reserva, una batería de artillería liviana, elementos antiaéreos y antitanque, vehículos anfibios y todos los componentes necesarios para una fuerza de desembarco, además de los imprescindibles cuatro submarinos, seis destructores y seis corbetas en operación, junto con unos 140 aviones de combate de primer nivel, con sus medios de apoyo para vigilar y controlar nuestro espacio aéreo. Con semejante capacidad, la amenaza a la guarnición británica en Malvinas sería tan importante que el costo de mantenerla se volvería simplemente inaceptable para los contribuyentes británicos. Ese es el precio para recuperar nuestro territorio. Una inversión que, sumada al apoyo estratégico de Estados Unidos, cambiaría por completo las reglas del juego. No olvidemos que las Malvinas se recuperan en Washington.
Pucará Defensa: ¿Entonces usted no cree en la solución diplomática?
SLT: Todo lo contrario, lo que digo es que la recuperación de las Malvinas es una cuestión de la diplomacia, pero que necesariamente debe incluir un componente militar, de forma cooperativa y complementaria. Fuerzas Armadas sólidas refuerzan y le dan más herramientas a la diplomacia. La Argentina actual no podría enfrentarse con la Argentina de 1982, ni con la que recuperó las Malvinas ni con la que se rindió, simplemente porque no duraríamos ni 24 horas. Miremos el caso de España: con reclamos formales, cócteles, quejas y las mismas reverencias de siempre, llevan siglos queriendo recuperar Gibraltar. Algunos dirán que es una colonia británica como resultado del Tratado de Utrecht, pero Menorca también fue cedida en Utrecht, y hace 200 años que en su suelo ondea la bandera española. Por eso, es interesante analizar cuáles son las técnicas de negociación más efectivas cuando lo que se busca es que Gran Bretaña devuelva lo que no le pertenece: si el cafecito, el besamanos, la fuerza, o una combinación de diversas acciones.
Pucará Defensa: ¿Cómo cree que afecta la actual situación de la defensa, así como el conflicto con el Reino Unido, en el interés de ser socios de la OTAN?
SLT: Todo nos remite a lo mismo. Si lo que queremos es ser miembros de la OTAN, es fundamental que contemos con una capacidad militar mucho más sólida y una Base Industrial de Defensa robusta. La OTAN, como alianza militar que busca la protección de los intereses de sus miembros, solo va a considerar a países que tengan peso geopolítico y puedan aportar valor real a la alianza. Hoy en día, sin una mínima capacidad de defensa, ni una industria local que la respalde, corremos el riesgo de ser considerados irrelevantes. Un poco lo que está pasando en el caso de Venezuela, donde nuestra participación no es para nada gravitante.
Pucara Defensa: Ya que mencionó a Venezuela, ¿qué relación tendría con nuestras intenciones de integrar la OTAN?
SLT: No existe una relación lineal entre ambos temas, pero cuando se habla de seguridad nacional hay muchos asuntos que se relacionan de manera indirecta. En este caso, estamos intentando formar parte de una alianza con reglas muy claras para sus miembros y para eso es fundamental enviar señales firmes sobre nuestra postura frente a estos asuntos en el ámbito internacional. Durante los últimos 25 años, hemos vivido bajo la ilusión de ser una "zona de paz", una idea irreal y engañosa. Al mismo tiempo, el kirchnerismo negoció la instalación de una base militar china en la Patagonia, firmó un pacto con Irán, promovió el narco-castro-chavismo y, un mes antes de la guerra, ofreció a la Argentina como puerta de entrada para la Rusia de Putin en la región. Mientras tanto, un descontrolado arsenal de misiles y armamento suministrado por Rusia, China e Irán representan una amenaza para todo el continente, especialmente para nuestra región. Es evidente que no bastan las declaraciones. Argentina debe ser coherente con sus objetivos y asumir posturas más comprometidas.
Otro tema indirecto que refleja la seriedad con la que enfrentamos estos asuntos ante los países más rigurosos, es nuestro Sistema de Inteligencia. Ningún país serio querrá asociarse en materia de Seguridad y Defensa con uno que no tenga la capacidad ni el interés en identificar y neutralizar agentes de inteligencia iraníes, cubanos o rusos. Tampoco podemos ignorar la infiltración del narcoterrorismo en nuestras propias estructuras. La coherencia con nuestros objetivos depende de fortalecer estas áreas. La contrainteligencia es esencial, y requiere tanto de ejercicio constante como de financiamiento, al igual que la Inteligencia Estratégica Militar y todo el sistema en su conjunto. Este es otro ejemplo de lo mucho a cambiar si pretendemos que nos tomen en serio.
Pucará Defensa: Retomando la cuestión de la producción para la defensa y un tema que en Pucará Defensa hemos tratado anteriormente, Ucrania ha planteado a la Argentina que quiere comprarle todo tipo de equipos y sistemas que el país podría producir, pero hasta ahora no se ha logrado un avance en ese sentido. ¿Qué opinión tiene al respecto?
SLT: Es algo contradictorio que, a pesar del apoyo explícito del presidente Javier Milei a Ucrania, Argentina aún no haya avanzado en la venta de algún tipo de equipamiento militar a Ucrania o a cualquier de sus países proveedores. A pesar de la falta de producción significativa o de material de segunda mano disponible en el corto plazo, esta guerra que se prolonga es otra oportunidad para revivir alguna de nuestras unidades productivas. A más de dos años y medio de la guerra, Ucrania necesita todo tipo de material y Argentina podría convertirse en un proveedor clave. Esto no solo beneficiaría a las fábricas estatales, sino también a muchas empresas privadas con capacidad para producir o licenciar producción. Si se actuara con velocidad, podríamos empezar a ver resultados en 2025, y para 2026 o 2027, se podría generar un volumen significativo de recursos para el país. Solo por dar un ejemplo, Ucrania necesita comprar munición de artillería de 105 y 155 mm. ¿Qué está haciendo nuestra Fábrica Militar Fray Luis Beltrán? ¿Tienen planes para su línea de producción? ¿Está buscando socios para reactivarlas? Es una oportunidad que no debería desaprovecharse, dado el contexto favorable y la urgencia del comprador. El mundo ya sabe de qué lado estamos, de eso se encargó el presidente Milei. Es momento de reactivar la fabricas y vender. Aprovechemos por una vez, el haber decidido de qué lado estamos y de manera tan explicita.
Pucará Defensa: Un tema que preocupa a los militares es su empleo en tareas de seguridad interior. ¿Qué opina del proyecto de modificar la ley de seguridad interior?
SLT: Si bien es importante tener la previsión de que las Fuerzas Armadas actúen ante casos de terrorismo, ya que hoy vemos que muchas organizaciones terroristas tienen capacidades que superan las de las Fuerzas de Seguridad, las enormes necesidades que tiene la Defensa llevan a preguntarse si antes no conviene priorizar las misiones principales de las fuerzas y no tanto las subsidiarias. Por otro lado, soy de la idea que el proyecto de ley presenta algunas deficiencias, comenzando por la no definición de lo que significa terrorismo. Esto es peligroso porque puede llevar a interpretaciones muy amplias, como vemos hoy que ocurre en Venezuela, donde se acusa de terrorista a cualquier critico de la dictadura. El proyecto, al referirse al equipamiento y entrenamiento de las Fuerzas Armadas para esta nueva misión, tampoco plantea si habrá partidas presupuestarias extras para eso, teniendo en cuenta que el presupuesto actual no alcanza para que puedan equiparse y entrenarse para las misiones actuales. Otro punto relevante es el contexto jurídico, especialmente en un país que aún no ha resuelto el problema de los años 70 y donde hay una gran cantidad de militares presos pero que no han sido condenados ni declarados culpables, muchos de ellos sólo por cumplir órdenes de su Comandante en Jefe. Hay mucho temor en el personal de las Fuerzas Armadas de que puedan ser luego detenidos solo por cumplir órdenes de la dirigencia política de turno que, como nos tienen acostumbrados, años después cambian de opinión.
Pucará Defensa: Para concluir, ¿Qué opinión tiene sobre las causas llamadas de lesa humanidad y las distintas posiciones del Poder Ejecutivo?
SLT: La historia nos ha demostrado que, por miedo, desconocimiento o simple comodidad, la sociedad ha tolerado atrocidades. Hace siglos, se quemaba a mujeres acusadas de brujería y se permitía el accionar de la Inquisición. Hoy, lamentablemente, estamos presenciando algo similar, donde hombres mayores, muchos sin condena firme, mueren en cárceles en condiciones inhumanas, violando incluso las leyes que decimos defender. Esta misma lógica de mirar para otro lado cuando se quemaban supuestas brujas hoy se aplica para ignorar el trato cruel hacia estos detenidos o perseguir a quienes los visitan.
Pero la verdadera atrocidad actual es la corrupción sistemática que ha corroído nuestras instituciones. Me pregunto si Cristina Kirchner, y con ella simbolizo a toda la clase política corrupta que ha infectado la Nación, terminará sus días tras las rejas por los muertos y el sufrimiento que su corrupción ha provocado. ¿Estamos los argentinos preparados para enfrentar el impacto devastador de la corrupción y declararla un crimen de lesa humanidad? Porque eso es lo que realmente es: un proceso sistemático de generación de pobreza y muerte.
¿Estamos dispuestos a hacer justicia por los cientos de miles de jubilados que murieron en la indigencia, o por las 11.227 vidas que se perdieron por el negociado de las vacunas con Rusia? La corrupción ha causado tanto daño como cualquier otro crimen de lesa humanidad. Sin embargo, seguimos siendo una sociedad dócil, mansa, que ha sido manipulada por delincuentes durante demasiado tiempo. Las respuestas a estas preguntas nos van a permitir saber si estamos listos para una nueva etapa en nuestra historia, una en la que pongamos un freno definitivo a la corrupción política y judicial, y sobre todo, nos ayudará a conocer la fibra moral de nuestra Nación.
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