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Foto del escritorJoao Paulo Zeitoun Moralez

Sensores móviles, clave para la supervivencia en el campo de batalla

Los conflictos recientes han resaltado los peligros significativos a los que se enfrentan las fuerzas armadas. Los soldados deben lidiar con amenazas tradicionales, como los bombardeos de artillería, así como con nuevas tecnologías y tácticas en forma de ataques letales de drones. En este nuevo teatro de conflictos del siglo XXI, el personal ha aprendido rápidamente que la detección temprana de amenazas y la movilidad son clave para la supervivencia.

El escenario de combate muestra la exposición de un vehículo blindado que está siendo observado desde varios cientos de metros de distancia. Su gran torreta, forma familiar y huellas fangosas son claramente visibles desde arriba.

Una pequeña unidad hostil que opera un dron comercial (UAV) puede ver que el vehículo se ha detenido, y los miembros de la tripulación están descansando dentro y alrededor del vehículo, sin darse cuenta de que están siendo observados. Es hora de atacar.

En otro lugar, un dron más pequeño, conocido como dron FPV (vista en primera persona), ha despegado y está siendo navegado por un operador experto utilizando su cámara frontal e instrucciones del equipo de drones de recolección de inteligencia.



Sin embargo, el dron FPV no está ahí para vigilar, sino que tiene un dispositivo explosivo adjunto que podrá causar daños significativos al vehículo blindado.

Los miembros de la tripulación solo se dan cuenta de que están en peligro en el último segundo cuando los rotores de alta frecuencia del dron se vuelven audibles. A varios kilómetros de distancia, el operador de FPV ve que su pantalla se oscurece cuando el dron explota con éxito en su objetivo.

Este escenario de combate se ha repetido numerosas veces en conflictos recientes. Los drones comercialmente disponibles pueden neutralizar equipos militares de alto valor y las vidas de sus operadores.


La movilidad sigue siendo clave para la protección. Los objetivos estacionarios son objetivos fáciles, por lo que, donde sea posible, la movilidad contribuye a la supervivencia de los vehículos terrestres, junto con áreas como la armadura, los sistemas de protección y la potencia de fuego.

Con la movilidad siendo tan importante, es clave que los sistemas y sensores a bordo de un vehículo también tengan la capacidad de ser operados en movimiento. Es por eso que muchas estaciones de armas de vehículos y electroópticos de alta resolución están estabilizados con sistemas electromecánicos para garantizar que las tripulaciones puedan operar en movimiento y no se conviertan en "patos sentados" ante ataques desde el suelo o desde arriba.


Si bien la importancia de la movilidad no se puede exagerar, aún debe haber una forma de detectar amenazas temprano antes de que se conviertan en una amenaza inminente; y cuando se trata de detectar objetivos terrestres y aéreos, incluidos drones militares y comerciales (UAV) que se utilizan para la recopilación de inteligencia o misiones de ataque, el radar sigue siendo un activo vital para las unidades militares terrestres y navales.

El radar siempre ha sido un activo crítico en el campo de batalla desde su creación hace casi ocho décadas, y eso no es diferente hoy. El uso del radar se ha expandido con el tiempo y la amenaza de drones relativamente económicos solo ha servido para aumentar la necesidad de capacidades de detección de amenazas basadas en radar, particularmente aquellas que pueden detectar y clasificar objetivos con bajas secciones transversales de radar y categorizar y rastrear múltiples objetivos en enjambre.

Los radares basados en vehículos son una solución ideal, ya que son móviles y pueden proteger formaciones y escoltas a medida que se mueven dentro de su área de operación.


Radar y movilidad: el dúo perfecto

Asegurar que las fuerzas permanezcan móviles mientras están bajo una esfera de vigilancia protectora es una combinación óptima para el campo de batalla moderno. Sin embargo, quedan varios desafíos, especialmente cuando se trata de las capacidades de detección del radar, así como las limitaciones de operar un radar en un vehículo en movimiento.

Muchos sistemas de radar no pueden operar efectivamente mientras se mueven. Además, la cobertura de detección del radar puede ser limitada en términos de rango de elevación. Por lo tanto, una unidad militar perderá el beneficio de la vigilancia por radar mientras se mueve como directamente sobre su vehículo.

HENSOLDT ha desarrollado una solución tecnológica para abordar estos desafíos en el campo de batalla, protegiendo así al personal y asegurando la finalización exitosa de la misión incluso en las condiciones más adversas.


En el corazón de esta solución está el radar SPEXER 2000 de HENSOLDT, que ha sido utilizado por fuerzas militares y de seguridad en todo el mundo durante casi dos décadas y es una de las capacidades de radar líderes en el mundo, especialmente en roles de C-UAV. El radar ha pasado por una serie de mejoras iterativas de capacidad a lo largo de los años para introducir nuevas características que aprovechan el rendimiento y la función de la electrónica moderna.

Su última versión MkIII está liderando el camino en términos de capacidades avanzadas en el campo de batalla.


SPEXER 2000 MkIII: una capacidad ganadora en batalla

El SPEXER 2000 MkIII aborda la necesidad crítica tanto de movilidad en el campo de batalla como de capacidades de detección 3D, incluidos los pequeños drones. Gracias a la clasificación automática de objetivos basada en micro-doppler espectral, el radar diferencia entre varios objetivos VSHORAD (UAV, helicóptero o aves) y objetivos terrestres. Gracias a su electrónica moderna, el sistema es más rentable y menos intensivo en energía que los radares anteriores, lo que permite instalarlo en una gama más amplia de vehículos.

El SPEXER 2000 MkIII detecta y clasifica automáticamente múltiples objetivos en paralelo, con su matriz escaneada electrónicamente activa (AESA) en banda X, utilizando dirección de haz y capacidades de procesamiento avanzadas. A diferencia de los radares tradicionales que requieren ajustes y configuración, la familia SPEXER 2000 opera al encenderse. Esto es muy importante en escenarios de batalla porque unos pocos segundos de retraso pueden ser mortales.

Con un radar de panel fijo que cubre 120 grados en azimut, la adición de dos paneles más da a los operadores una cobertura completa de 360 grados sin puntos ciegos que las fuerzas enemigas puedan explotar. Esto también es cierto para la elevación, con la última versión del SPEXER 2000 que presenta 90 grados de cobertura, creando efectivamente un hemisferio alrededor del vehículo y sus alrededores.


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