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Foto del escritorSantiago Rivas

Ucrania en Eurosatory mostró sus soluciones para la guerra de los no tripulados

La última edición de Eurosatory en París tuvo una presencia destacada de las empresas de defensa de Ucrania, las que, debido a la guerra desatada tras la invasión por parte de Rusia, avanza en nuevos desarrollos que se destacan por aplicar lo que van aprendiendo en el frente de batalla. Si bien los sistemas no tripulados no son una novedad en las guerras, este conflicto ha potenciado considerablemente su uso, incorporando nuevas misiones y masificándose al punto de que se han vuelto en un elemento central en todos los combates y que influye decisivamente en los mismos.

En este sentido, Ucrania mostró una amplia gama de drones tácticos, tanto aéreos como terrestres y navales, así como armamento específicamente diseñado para ser lanzado desde drones como sistemas antidrones.



Sistema Jet-2, de la familia del Jet-8, junto a granadas de uso dual delante y de antipersonales detrás.

 

Aeronaves no tripuladas

En el área de UAS, se destacaron dos segmentos, empezando por los sistemas FPV, con el STE Jet en dos versiones, Jet-8 y Jet-10, con capacidad para hasta 2 y 3 kilos de carga respectivamente. Está pensado para actuar contra personal, vehículos ligeros o medianos, comunicaciones y defensas ligeras a corta distancia, con una autonomía de 13 o 15 minutos respectivamente. Los drones se guían con una estación terrestre Jet GS v1.3 y pueden emplear municiones HEX-RF3-1300i de acción axial, PG7-CF de acción acumulativa HEX-1000F y de fragmentación.

Un poco más grande, se presentó el Fury PRO, un drone bombardero con capacidad para llevar hasta 15 kilos de cargas a una distancia de hasta 10 kilómetros con una autonomía de hasta 15 minutos cuando lleva armamento. Entre las opciones de cargas se destacan una munición de mortero de 120 mm, tres de 82 mm o una munición antitanque TM-62. Según el fabricante, tiene una precisión de 3 a 10 metros.

Estos tipos de drones han sido muy útiles actuando contra infantería y vehículos, principalmente ligeros, pero también se han visto muchos casos en que han logrado destruir tanques pesados.


Sistema Fury PRO. Abajo, junto a una mina antitanque, se ven kits UDAB-C para modificar granadas de mano.

En otro segmento se vieron municiones merodeadoras, como el Rubaka, un ala volante con un pequeño motor naftero de dos tiempos que puede llevar cargas útiles de hasta 6 kilos a distancias de hasta 500 kilómetros y a velocidades de hasta 180 km/h. Puede operar en condiciones de viento y con lluvia. Otra ala volante es el EL 8.6 que va más allá y es un drone multifunción, pudiendo emplearse como munición merodeadora, para reconocimiento o transporte de cargas. Puede llevar una carga útil de hasta 100 kilos hasta una distancia de 1800 kilómetros volando hasta a 6000 metros de altura y una velocidad de crucero de 170 km/h, con una autonomía de hasta 12 horas. Su diseño le otorga una muy baja firma radar, mientras que su diseño como ala volante se destaca por su estabilidad, maniobrabilidad y simplicidad de construcción.

Por otro lado, promocionaron el Davinci, una munición merodeadora de diseño convencional, con un motor naftero de 18,1 hp, apuntado a destruir blancos militares o de uso dual a grandes distancias, con un alcance de 570 km o hasta 720 con un tanque suplementario. Tiene un peso máximo al despegue de 93 kilos, pudiendo llevar una carga útil de hasta 37 kilos, que puede ser termobárica, acumulativa y de alto explosivo. Puede operar de manera totalmente autónomo, lo cual le permite volar en entornos con contramedidas electrónicas.


Sistema Aurora IS-777 de reconocimiento y detección de drones y otros blancos.

Para empleo táctico, exhibieron el Punisher, de la empresa Armadrone, que tiene gran precisión para atacar blancos a distancias de hasta 45 kilómetros, empleado para destruir blancos enemigos ante la falta de artillería de largo alcance, pudiendo neutralizarlos con un solo impacto. Lleva una carga útil de 2,5 kilos, normalmente una bomba no guiada UB-75HE de alto explosivo y 75 mm, aunque también puede llevar cargas antitanque e incendiarias.

Un sistema similar pero mayor es el Rex, producido por la misma empresa, pero con capacidad para hasta 10 kilos de carga útil, que pueden ser hasta cuatro UB-75 de fragmentación de 2,5 kilos, ocho UB-63 antitanque de un kilo o dos incenciarias UB-100 de 2,5 kilos. Es controlado por una estación Roda Lizard RB14, con un monitor Roda Serval RD 15-FHD-02. Su alcance es superior a los 45 kilómetros y posee una torreta giroestabilizada con visión diurna y nocturna, pudiendo transmitir video hasta a 60 km de distancia y señal de radio hasta 120 km.


Sistema merodeador Davinci.

Directamente relacionadas con estos sistemas y una novedad en el mercado de defensa global son las armas diseñadas específicamente para ser empleadas desde drones. Hasta el conflicto en Ucrania, los pocos drones armados en el mundo empleaban bombas o misiles diseñados para aeronaves o granadas de mortero o munición de artillería adaptada. La guerra en Ucrania llevó a las Fuerzas Armadas de este país a desarrollar junto a empresas locales armamento específico para drones pequeños, con poco peso pero capacidad para neutralizar personal, vehículos o instalaciones.

En este sentido, la firma STE presentó en Eurosatory su línea de municiones, que incluye las granadas de fragmentación antipersonales FRAG-05-975 y FRAG-05-1480 de 0,9 y 1,4 kilos de peso respectivamente, con un radio de alcance de 8 metros; las granadas de propósitos generales  FRAG-09-576 y FRAG-09-2040 de 1,3 y 3,1 kilos respectivamente, con 4 y 8 metros de radio de daños. También cuentan con las granadas de doble propósito LSCFG-05-792 de 1,2 kilos y LSCFGH-09-792 de 1,9 kilos, que combinan principios de acción acumulativos y de alto explosivo de fragmentación, para ser empleadas contra blindados, fortificaciones ligeras y áreas de depósito abiertas. La primera de éstas puede penetrar blindajes de hasta 100 mm golpeando a 90º o de 50 mm a 45º y la segunda puede hacerlo con blindajes de 150 y 75 mm respectivamente.

Por otro lado, presentaron la granada anti blindaje EFP-S-1.0kg pensada para vehículos con poco blindaje, como IFV, APC y cañones autopropulsados que están protegidos con sistemas anti drone y anti acumulativos, por lo que puede ser detonada a distancias entre 1,5 y 20 metros, formando una cabeza explosiva penetrante de 160 gramos de peso, que puede atravesar blindajes de hasta 30 mm de espesor, golpeando a una velocidad de 1800 metros por segundo.


Arriba a la izquierda se ve un drone merodeador EL 8.6

Por otro lado, STE mostró distintas bombas para ser lanzadas verticalmente sobre tropas o vehículos, comenzando por el UDAB-C, que es un kit de conversión para granadas de mano, con un sistema de estabilización y una espoleta activada por inercia. El mismo concepto se emplea en la UDAB-L y UDAB-S, aunque la cola de estabilización y espoleta se aplica a explosivos específicos de hasta 600 gramos y 800 gramos respectivamente, que pueden ser de fragmentación, antiblindaje o de doble propósito. Se pueden lanzar hasta a 50 metros de altura y mientras las primeras pueden penetrar blindajes de hasta 100 mm, las segundas pueden hacerlo con los de hasta 150 mm.

 

Antidrones

Así como evolucionan los sistemas de drones, también lo están haciendo aquellos para protegerse de sus ataques. En este sentido, se presentaron cuatro sistemas principales, entre los cuales estaba el sistema de antenas Nebokray AO 1.0 y AOS 1.2, que permiten suprimir las frecuencias de control de drones FPV y los canales de telemetría de UAVs como los DJI y Autel, entre otros, en distancias de 300 a 700 metros en el 1.0 y de 250 a 500 metros en el 1.2.

También cuentan con el sistema Complex Master que provee radiogoniometría continua del espacio aéreo gracias a una torreta controlada a distancia con un campo de visión de 360 grados, para detectar drones FPV y de tipo comercial como DJI y Autel, con un software especialmente diseñado para ajustar la interferencia en el espectro de frecuencia seleccionado.

El Aurora IS-777 es un sistema acústico pasivo de alta precisión para la conciencia situacional, al proporcionar detección, seguimiento e identificación de amenazas aéreas y terrestres. Es un sistema de sensores acústicos resistente a interferencias que permite detectar y clasificar amenazas como drones, helicópteros, misiles, aviones, explosiones, disparos, etc. en tiempo real, determinar con precisión sus coordenadas, velocidad y dirección de movimiento. Puede detectar entre 3 y 5 blancos por segundo, en los 360º en distancias de hasta 6 kilómetros para los blancos aéreos.

Por último, el EDM4S Skywiper es un sistema antidrones manual para interferir las señales de control, video y navegación de drones, que es operado por una sola persona y todos los módulos pueden ser activados directamente pulsando un gatillo. Pesa menos de 7 kilos y puede operar por hasta una hora sin recargar baterías. Se lo puede incorporar programado para interferir las frecuencias utilizadas regularmente por drones o se lo puede programar de manera específica a pedido del cliente.

 


Sistema terrestre no tripulado UMP-1 Ravlyk.

Sistemas autónomos terrestres y navales

Si bien en general se relaciona a los sistemas autónomos más con aquellos que son aéreos, cada vez hay más presencia de equipos terrestres y navales. En el primer caso, Ucrania mostró en Eurosatory el UMP-1 Ravlyk que es una plataforma multifunción 6x6 que puede alcanzar 8 km/h, tiene un alcance de hasta 15 km con un alcance de señal de radio de 1500 metros y puede operar entre 3 y 6 horas, aunque en modo estacionario puede estar hasta 72 horas en funcionamiento. Con un peso vacío de 750 kilos, puede llevar hasta 250 kilos de carga. Se lo puede emplear para transporte de carga, evacuación de heridos, reconocimiento de radio, visual o acústico, guerra electrónica o para combate, pudiendo llevar una ametralladora de hasta 12,7 mm o un lanzagranadas de 40 mm.

Por su parte, el Murakha es un sistema similar pero a orugas, con 30 km de alcance y velocidades de 7 km/h a campo traviesa o 9 km/h en rutas, que está pensado para apoyar unidades mecanizadas y realizar misiones de combate bajo fuego enemigo o en campos minados, pudiendo armarse con ametralladoras de 7,62, 12,7 y 14,5 mm para apoyar a la infantería en asaltos, emboscadas y defensa. Tiene un peso de 490 kilos y puede cargar hasta 500 kilos, lo que permite usarlo para evacuación de hasta dos heridos o transporte de carga, como municiones y provisiones al campo de batalla. También puede cumplir misiones de reconocimiento, sembrado de minas, demolición de infraestructura y destrucción de vehículos enemigos, así como remolcar vehículos ligeros.

El Wolly es un módulo de combate operado de manera remota que se utiliza para atacar de forma remota al personal enemigo, vehículos blindados ligeros de combate y posiciones de tiro enemigas, así como para la observación y el reconocimiento. Una característica de esta configuración es el control remoto mediante una tablet y un joystick, desde una distancia de hasta 100 metros del punto de disparo. Permite minimizar el contacto directo con el enemigo y garantiza la seguridad del personal militar. La inteligencia artificial del módulo puede identificar automáticamente al personal enemigo a una distancia de hasta 1000 metros, detectar objetivos y calcular la balística para disparar. El módulo puede ser armado con una ametralladora Browning M2 de 12,7 mm, una M240 o PKT de 12,7 mm y puede operar por hasta 130 horas sin recargar baterías.


Abajo se puede ver un ejemplar del Murakha con un sistema Wolly montado encima.

Por último, los ataques con drones navales han sido una de las grandes novedades de este conflicto, en donde Ucrania ha logrado no solo generar grandes pérdidas a la Flota del Mar Negro, sino que, sobre todo, logró negarle libertad de acción a las fuerzas rusas en el mar. En Eurosatory los ucranianos presentaron la Magura V5 (Maritime Autonomous Guard Unmanned

Robotic Apparatus), un buque de superficie no tripulado (USV) polivalente de próxima generación desarrollado en Ucrania, que puede realizar múltiples operaciones, como vigilancia, reconocimiento, patrulla, búsqueda y rescate, guerra de minas, seguridad de la flota naval y misiones de combate. El diseño de su casco, de 5,5 metros de eslora, 1,5 de manga, 40 cm de calado y 50 cm de altura sobre la línea de flotación, le permite una gran maniobrabilidad y poca observabilidad, pudiendo alcanzar una velocidad de crucero de 22 nudos y una máxima de 42, con un alcance de 800 km, llevando una carga útil de 320 kilos.



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