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Foto del escritorSantiago Rivas

Un análisis sobre la cuestión del petróleo, Rusia y la Antártida


En estos días, medios de Gran Bretaña, pero también de Argentina y otros países, han publicado un supuesto descubrimiento reciente de petróleo realizado por Rusia en el Mar de Weddell. Sin embargo, si bien el trabajo realizado por Rusia violaría el Protocolo de Madrid de 1991, no es reciente ni es en el Mar de Wedell.

 

Por Santiago Rivas

 

El pasado 8 de mayo, se realizó la última sesión de la investigación lanzada a fines del 2023 por el Environmental Audit Sub-Committee on Polar Research del Environmental Audit Committee (EAC) de la Cámara de los Comunes, en la cual se había planteado explorar los efectos del cambio climático en la Antártida y el papel que la ciencia del Reino Unido puede desempeñar en la comprensión y protección de la región. Sin embargo, esta reunión se destacó por la presentación del trabajo de Klaus Dodds, profesor en geopolítica de la Royal Holloway University de Londres, quien alertó sobre que Rusia estaría haciendo trabajos de prospección petrolera y gasífera en la Antártida en un trabajo presentado como evidencia para la investigación del EAC.

Durante el debate sobre lo planteado por Dodds, se argumentó que Rusia habría descubierto yacimientos de petróleo con reservas por unos 511.000 millones de barriles (unas 70.000 millones de toneladas) en la zona del Mar de Weddell, que se encuentra dentro del espacio reclamado por Argentina, Chile y Gran Bretaña, tal como publicó el diario británico Telegraph y fue luego copiado por muchos otros medios.


El buque Akademik Alexander Karpinsky

Dodds destacó en su trabajo que “existe la preocupación de que Rusia esté recopilando datos sísmicos que podrían interpretarse como prospección en lugar de investigación científica. Y si esto es así, indica una amenaza potencial a la prohibición permanente de la minería (en virtud del artículo 7 del Protocolo sobre Protección del Medio Ambiente, PEP), con implicaciones en cadena para la integridad del protocolo en su totalidad” en referencia al protocolo que se firmó en 1991 y entró en vigor en 1998 como agregado al Tratado Antártico de 1959, cuyo artículo 7 plantea que “Cualquier actividad relacionada con los recursos minerales, salvo la investigación científica, estará prohibida”.

Dodds agregó que “el buque ruso responsable de las actividades, el Akademik Karpinsky, estaría financiado por un programa estatal organizado por la empresa estatal rusa Rosgeologia (RosGeo)” y agregó que, a pesar de lo que algunos medios de comunicación informan, “no hay una prohibición de 50 años... En 2048, hay margen para un posible cambio en el Protocolo, pero existen normas estrictas y condiciones previas que dan forma a ese alcance, incluida la aprobación necesaria de la mayoría de todas las partes consultivas. Pero esta actividad rusa actual es preocupante”.


Red de perfiles de reconocimiento regional realizada por PMGRE en las aguas del Océano Índico de la Antártida.

La prospección rusa

El Akademik Karpinsky visitó la región antártica luego de recalar en Ciudad del Cabo en enero de 2023 y se había informado que el buque tenía previsto visitar los mares de Davis y Mawson frente al océano Índico para realizar “estudios geológico-geofísicos marinos” a principios del verano de 2023. En el informe anual publicado en diciembre de la filial de RosGeo en el Ártico y la Antártida, la Polar Marine

Delineado en rojo se encuentra el área de prospección rusa en 2023 y donde ya en 2019 y 2020 encontraron los yacimientos petrolíferos comunicados por RosGeo.

Geosurvey Expedition (PMGE), la subsidiaria se describe a sí misma como una “empresa estratégica que realiza investigaciones anuales con el objetivo de implementar los intereses geopolíticos de Rusia” y que también se dedica a la “búsqueda y exploración de yacimientos de minerales sólidos” en aguas más allá de la Antártida; y “estudios geológicos y geofísicos de los subsuelos de la Antártida y mares adyacentes”. El informe, publicado en ruso, continúa señalando que los objetivos de investigación de la filial están “decretados” por el Kremlin e incluyen “la creación de una base de información para la evaluación y el pronóstico científico del potencial de materias primas minerales de la Antártida”.


Área explorada en 2022. Rusia nunca comunicó los resultados de esta exploración.

RosGeo ya había realizado una misión similar en el Mar de Weddell en 2022 con el buque Professor Logachev, gemelo del Akademik Karpinsky. En los estudios de 2023, la Polar Marine Geosurvey Expedition indicó que estudiaron una región “cuya longitud latitudinal es de unos 6.500 km y su superficie total supera los 4,5 millones de km2”.

Desde 2011, el Akademik Karpinsky visitó el Mar de Weddell al menos seis veces, aunque nunca informaron sobre descubrimientos de yacimientos en dicha zona. Esta área se encuentra dentro del espacio antártico que reclaman tanto la Argentina como Chile y Gran Bretaña.


¿Qué encontró Rusia, cuándo y dónde?

A pesar de que tras la reunión del 8 de mayo el periódico Telegraph planteó que este descubrimiento de yacimientos de petróleo no solo era reciente, sino que era en el Mar de Weddell, la realidad es que en la reunión se hizo alusión a un descubrimiento realizado en la campaña de verano 2019 / 2020, que ya en 2020 fue divulgada por la propia RosGeo en la que plantea que “En 2019, en el marco de la 64ª expedición antártica rusa, PMGE inició la investigación geofísica integral de áreas poco exploradas del sector del Pacífico Antártico entre los mares de Amundsen y Ross que confirma la posición de liderazgo de Rusia en la comunidad antártica internacional. La longitud total de las exploraciones sísmicas y gravimagnéticas exhaustivas realizadas por PMGE dentro de los mares de la plataforma antártica durante todo el tiempo de las exploraciones es de más de 140 000 kilómetros lineales. Los recursos potenciales de hidrocarburos en las cuencas sedimentarias identificadas se estiman en aproximadamente 70 mil millones de toneladas”.

Esta estimación, sin embargo, ya había sido publicada por el PMGE en su informe de 2012 por sus 50 años: “El área de investigación más importante realizada por el PMGE en la Antártida es un estudio geológico y geofísico integral de sus mares marginales. Se ha obtenido una gran cantidad de material científico y práctico: científico - sobre el estudio de la secuencia de transición de la corteza continental de la Antártida a una corteza de tipo oceánico; y práctico - destinado a evaluar el potencial previsto de hidrocarburos de las cuencas sedimentarias de los mares marginales, que en el conjunto de la Antártida asciende a unos 70 mil millones de toneladas de combustible estándar”.

En el mismo comunicado de 2020, la propia RosGeo admite que “el objetivo de los geólogos era explorar la estructura geológica del subsuelo y evaluar las perspectivas de petróleo y gas de la plataforma antártica. RosGeo llevó a cabo las exploraciones marinas en la parte sureste del mar de Riiser-Larsen, frente a la costa de la Tierra de la Reina Maud. Las exploraciones exhaustivas incluyeron el estudio de reflexión sísmica de punto de profundidad común utilizando el streamer remolcado de 7000 m de largo, el estudio de ecosonda multihaz, las observaciones de gravímetro y el estudio diferencial de magnetómetro a bordo. En enero de 2020, el buque de investigación Academic Alexander Karpinsky completó el estudio del magnetómetro a bordo en la parte noreste del sitio de pruebas. La cantidad total de perfiles hidromagnéticos fue de 950 km lineales. A finales de enero y principios de febrero se llevó a cabo el estudio de reflexión sísmica de punto de profundidad común de 3450 km lineales en combinación con las mediciones gravimétricas e hidromagnéticas, así como las mediciones topográficas del fondo marino asociadas utilizando la ecosonda multihaz”.


Fuente: https://www.dailymaverick.co.za/article/2022-05-17-gentlemans-agreement-despite-mining-ban-russia-scours-antarctica-for-massive-fossil-fuel-deposits/

Esto había sido denunciado en 2021 por la periodista Tiara Walters del periódico sudafricano Daily Maverick, que ha seguido desde entonces el desarrollo de la actividad rusa de prospección en la Antártida y es a lo que hizo referencia Dodds en la presentación de su trabajo, al referirse a los descubrimientos de yacimientos petrolíferos.

Walters indica que, además, “metida en una sola línea de un documento de octubre de 2010 que establece la estrategia formal de Rusia en la Antártida hasta 2020 y más allá, la estimación de 500.000 millones de barriles aparece de nuevo como ‘hidrocarburos’ en ‘vastas cuencas sedimentarias’ que pueden alcanzar los ‘70.000 millones de toneladas’ de combustible. Se publica en Rossiyskaya Gazeta, medio oficial del gobierno ruso.


Fuente: https://www.dailymaverick.co.za/article/2022-05-17-gentlemans-agreement-despite-mining-ban-russia-scours-antarctica-for-massive-fossil-fuel-deposits/

Como denuncia el artículo sudafricano, los rusos han mantenido su actividad de prospección que se inició ya antes de la firma del protocolo de 1991, como la propia RosGeo reconoce en su comunicado: “El área del Mar Riiser-Larsen es una de las áreas menos exploradas dentro de la parte del Océano Índico de la Antártida. La investigación llevada a cabo por el PMGE a finales de la década de 1990 permitió definir la estructura profunda, el marco tectónico y la estratigrafía sísmica de la cuenca sedimentaria, pero algunos problemas científicos fundamentales quedaron sin resolver”, dijo Sergey Kozlov, geólogo jefe de la Expedición de Geoprospección Marina Polar, Doctor en Ciencias Geológicas y Mineralógicas. “Los datos obtenidos durante la nueva expedición y los métodos actualizados para la simulación numérica de cuencas sedimentarias permitirán aclarar sustancialmente nuestras expectativas sobre las perspectivas de petróleo y gas de los mares de la plataforma antártica”.

Según agrega Walters en su artículo de 2021, los diarios de expediciones de RosGeo, “compilados en virtud de contratos estatales, también parecen estar repletos de descripciones exhaustivas y ponderadas comercialmente de la riqueza mineral sugerida de la Antártida: estos diarios evalúan las posibles reservas de recursos como el ‘estudio y evaluación geológica y geofísica del potencial mineral y de materias primas del subsuelo de la Antártida y sus mares marginales’. Las iteraciones contractuales de esta redacción aparecen en los diarios de expedición al menos 20 veces desde 2006; mientras que el esclarecedor informe del 55º aniversario de PMGE sitúa la ‘identificación de grandes cuencas sedimentarias’ en la ‘Antártida, prometedora para el petróleo y el gas’ en la parte superior de la lista de hitos de la filial”.



El artículo luego enumera algunos ejemplos provistos por los propios rusos en sus diarios de las temporadas de verano, “realizados no sólo en el mar, sino también a través de estudios geofísicos aéreos sobre la Antártida continental. Estos ejemplos no ofrecen de ninguna manera una imagen exhaustiva de las evaluaciones, que se pueden revisar con más detalle en el sitio web de PMGE.

2020-18 – ‘Estudios geológicos y geofísicos continentales de la Tierra de la Reina María y el Oasis de Bunger... Basado en los resultados del trabajo en alta mar... Se determinaron las perspectivas de potencial de petróleo y gas... El trabajo de campo se completó con éxito para estudiar y evaluar el potencial mineral del subsuelo en la parte noroeste del mar de Weddell, la parte occidental del oasis de Bunger y la parte occidental de la Tierra de Guillermo II’.

2016 – ‘Trabajo de campo en el estudio y evaluación del potencial de recursos minerales de las entrañas de la parte oriental del Mar de Weddell y las regiones montañosas de la Tierra de la Princesa Isabel... se completó con éxito’.

2013-12 – ‘Se observan ocurrencias puntuales de minerales de cobre, molibdeno y magnetita de interés mineralógico dentro del macizo de Clemens’.

2012 – ‘El área total de la parte oriental de la cuenca sedimentaria del Mar de la Commonwealth (junto con la Bahía de Prydz) y la cuenca de la Princesa Isabel estudiada... es de unos 320.000 km2; Los recursos totales previstos: alrededor de 4.500 millones de toneladas de combustible estándar’.

2011 – ‘En la cuenca del mar de D'Urville (230.000 km2), el volumen de material sedimentario se calcula en no menos de 1 millón de m3, lo que permite evaluar el potencial de hidrocarburos’.

2009-6 – ‘Evaluación del potencial de recursos minerales del subsuelo de la Antártida y sus mares marginales (la parte oriental del Mar de la Commonwealth, regiones montañosas de la Tierra de Mac Robertson)’. Los informes diarios de este año incluyen el Mar de Davis y la Tierra de la Princesa Isabel”.

Por otro lado, Walters cita a Alan Hemmings, profesor de gobernanza antártica de la Universidad de Canterbury y coautor del Manual sobre la política de la Antártida, quien además erafue el comandante de la estación British Antarctic Survey durante la guerra de las Malvinas de 1982, quien le indicó ejemplos “claros” de Rusia “buscando minerales e con interés en la prospección en la Antártida desde 2001”, incluidos informes de los medios de comunicación de principios de 2001 en los que se cita a funcionarios rusos refiriéndose a actividades de prospección. 

También Hemmings destacó un artículo “particularmente significativo” del diario político ruso Kommersant, fechado el 22 de enero de 2003, que cita a un alto funcionario del gobierno en una expedición a la Antártida en 2003, diciendo que el Karpinsky debía “prospectar la plataforma marina, que, según nuestras estimaciones, alberga de 12 a 17 mil millones de toneladas de hidrocarburos”.


 

La violación rusa del Tratado Antártico y el futuro del continente

De lo informado por RosGeo se entiende que el planteo de que hay un nuevo descubrimiento y que es en el Mar de Weddell, es más bien un error de interpretación del Telegraph o de los expositores de la reunión del 8 de mayo.

Sin embargo, viendo lo que la propia compañía rusa indica, estarían haciendo prospección petrolera y gasífera a pesar de que, como se indicó más arriba, el Protocolo de 1991 lo prohíbe.

Si bien Rusia no tiene reclamos territoriales en la Antártida, en el “Memorandum on the Soviet Doctrine and Practice with Respect to the Regime of the High Seaspresentado por la ONU en 1950 plantean como propios territorios descubiertos por navegantes rusos, como Bellingsgausen en 1821, y al firmar su adhesión al Tratado Antártico el 23 de junio de 1961 plantearon su derecho a hacer reclamaciones territoriales. Esto hace pensar que en algún momento Rusia podría empezar a hacer estos reclamos en la Antártida y que estos se pueden basar en sus descubrimientos sobre yacimientos de petróleo y gas o también de minerales.

Si bien el Tratado Antártico tiene vigencia indefinida y no ha sufrido enmiendas, entre 1961 (año de su entrada en vigencia) y 1991 podía ser modificado solo por la unanimidad de los miembros consultivos. Desde entonces, puede ser alterado por la mayoría de los miembros presentes en una conferencia convocada al efecto, en la que pueden participar los miembros no consultivos. Sin embargo, cualquiera de los países miembros puede abandonar el tratado en cualquier momento y, en ese caso, podría actuar por su cuenta en la Antártida. El Tratado no brinda poder de policía a sus miembros ni genera obligaciones a aquellos países que no son miembros del mismo, solo implica que sus firmantes se comprometen a cumplir con lo que el Tratado plantea.



Por otro lado, a partir del año 2048 cualquiera de las partes consultivas del tratado podrá solicitar la revisión de éste y todo su sistema normativo, con la aprobación por mayoría relativa (alcanza con tener solamente mayor cantidad de votos).

Esta situación es lo que plantea Klaus Dodds como preocupación debido al deterioro de las relaciones de Rusia con Occidente debido a la invasión de Ucrania por parte de la Federación Rusa en febrero de 2022. “Por un lado, Ucrania y Rusia son signatarios del Tratado Antártico. Existe una preocupación generalizada de que el empeoramiento de la relación con Rusia provoque una competencia estratégica y la haga aún más explícita en la Antártida. Con expresiones de sospecha de que la inversión en infraestructura en pistas, bases y buques es parte de un patrón más amplio de todas las partes que buscan proteger sus intereses territoriales, territoriales y de acceso. Es importante destacar que las consecuencias de la invasión de Ucrania no han sido uniformes desde el punto de vista diplomático. La relación de Rusia con Occidente ha empeorado, pero Rusia sigue trabajando con otras partes polares, como Sudáfrica. China e India no han condenado a Rusia y, en los casos en que ha habido protestas diplomáticas por la invasión, esto ha involucrado en gran medida a partes europeas”.

En ese sentido, la preocupación planteada es que Rusia pueda abandonar en el corto o mediano plazo el Tratado Antártico y comenzar a explotar los recursos del continente, o que se mantenga haciendo prospección con el objetivo de conocer la ubicación de los yacimientos y luego intentar modificar en un futuro el tratado para que se elimine la prohibición de explotar los recursos naturales.


El buque de prospección Professor Logachev

Sin embargo, cabe destacar que, si bien los medios resaltaron la cuestión con Rusia de la reunión del 8 de mayo, el trabajo de Dodds no se limita solamente a la cuestión de Rusia como uno de los desafíos de la Antártida, sino que enumera otros cinco para el mantenimiento del ecosistema antártico, incluyendo la creciente presencia de China e India, el turismo antártico, la competencia en el desarrollo de infraestructura en las bases, la obstrucción de ciertos países, especialmente China y Rusia, a la creación de áreas protegidas contra la pesca y la presión de organismos multilaterales o no gubernamentales para que los países firmantes del tratado aumenten la protección del continente y sus aguas adyacentes.

 

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